El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio de la Junta de Castilla y León, Juan Carlos Suárez-Quiñones, ha visitado esta mañana el pueblo abulense de Altamiros para presentar la vivienda rehabilitada dentro del proyecto Rehabitare. Además, la ocasión también ha permitido la firma de un convenio con otros cuatro municipios de la provincia (Solosancho, Gallegos de Sobrinos, Hoyos del Espino y Zapardiel de la Ribera) que se beneficiarán próximamente gracias a esta iniciativa que intenta asentar población en el medio rural y dinamizar los municipios. Según Quiñones, la Junta pretende rehabilitar 66 casas en el territorio abulense durante esta legislatura (ya están terminadas 52) con una inversión total de 4,4 millones de euros.

En un momento donde la problemática de la vivienda está tan en boga, la Junta de Castilla y León pone de manifiesto el proyecto Rehabitare, que permite la restauración de casas de propiedad municipal que se encuentran en desuso para darles una nueva vida. "Las viviendas quedan en un estado óptimo de uso para dedicarse a un alquiler social para facilitar varios objetivos, como el acceso a la vivienda en el medio rural y a los jóvenes menores de 36 años", explicó Suárez-Quiñones. Los alcaldes y alcaldesas de los cuatro municipios beneficiados (Jesús Martín, de Solosancho; Luis María Nieto, de Gallegos de Sobrinos; Jesús González Veneros, de Hoyos del Espino; y María de los Ángeles Prieto, de Zapardiel de la Ribera) rubricaron la firma de un convenio que va ha rehabilitar cuatro hogares por un montante de aproximadamente 1,4 millones de euros. Esta será la última actuación que se realice en Ávila tras la de Altamiros, cuya inversión ascendió a algo más de 100.000 euros y ya cuenta con nuevos inquilinos.

La Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio impulsó el proyecto Rehabitare allá por el año 2009. Sin embargo, la crisis económica provocó que se anulase durante un tiempo antes de retomarse en 2015 en tres fases: los Ayuntamientos, los Obispados (para rehabilitar las antiguas casas de los curas) y, actualmente, con las Diputaciones. "En esta última fase nos hemos concertado con las Diputaciones para ampliar el programa con nuevos objetivos y con más presupuesto", apuntó Suárez-Quiñones. En total, en todo el territorio de la Comunidad, gracias al plan Rehabitare, se han rehabilitado hasta la fecha unas 550 viviendas (están en previsión otras 134 más) con una inversión aproximada de 45 millones de euros. Se pretende que cuando termine la actual legislatura haya más de 680 casas restauradas en el conjunto del medio rural de Castilla y León. "Es una actuación sencilla y humilde, pero importante porque, en definitiva, hablamos de atraer población a nuestro medio rural, que está tan necesitado de asentar esta población", comentó el consejero.

Suárez-Quiñones reivindicó las medidas en materia de vivienda del presidente de la Junta de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco, desde su llegada al Gobierno regional en un momento en el que es una de las principales preocupaciones de los españoles. "La Junta de Castilla y León llevamos haciendo esa política de vivienda muchos años", afirmó. Entre ellas, aparte de Rehabitare, también se encuentran las políticas de rehabilitación o las políticas de ayudas al alquiler, principalmente para jóvenes, en el medio rural que sufraga el 75% de la renta. Además, la administración autonómica está construyendo más de 3.000 hogares pensadas para los jóvenes, bien para el alquiler a un precio asequible o para la venta con un descuento del 20%. Algunas de ellas se están proyectando en el medio rural que, gracias a planes como Rehabitare, se sienten reactivados. Pueblos como Altamiros lo van a agradecer.