Caminar para que otros sigan viviendo

E.Carretero
-

Javier González Jara y Miguel Leralta emprenderán el 9 de septiembre el Camino de Santiago desde Roncesvalles para dar visibilidad a Hablemos y ayudar a prevenir los suicidios. A su reto solidario animan a participar también a los abulenses

Caminar para que otros sigan viviendo

Miguel Leralta está acostumbrado a ponerse a prueba, le gustan los retos y estar en forma. A su amigo Javier González Jara la vida le puso a prueba hace unos años cuando perdió la visión. En su caso el reto es diario: llevar una vida normal pese a su ceguera. En una de las muchas conversaciones que estos dos amigos suelen compartir salió la idea de realizar juntos el Camino de Santiago. Al principio hablaron de unas cuantas etapas, luego de todo el Camino Francés y cuando se quisieron dar cuenta ambos ya se imaginaban caminando desde Roncesvalles en dirección a Santiago. El reto, que ya de por sí era complicado porque tantos kilómetros requieren de una buena forma física, se complicaba aún un poco más para Javier y para su perro guía Xudán. Y de pronto un día en esa idea de dos amigos de hacer juntos el Camino de Santiago se coló la palabra solidaridad. Y así fue como Miguel y Javier se pusieron en contacto con la asociación Hablemos, que trabaja en la prevención del suicidio y ofrece ayuda tanto a supervivientes como a sobrevivientes.  «Tomamos un café con la presidenta, Emi, y nos transmitió mucha ilusión», empieza a contar Miguel como a partir de ese encuentro estos amigos fueron dando forma a una aventura solidaria que dará comienzo el 9 de septiembre desde Roncesvalles con la idea de llegar a Santiago de Compostela el 24 de ese mes. Esto supone que esta pareja de amigos realizarán de media dos etapas al día, unos 50 kilómetros, lo que no deja de ser un importante reto físico que en el caso de Javier también entraña dificultades a mayores. Y es que Xudán, su fiel compañero peludo, no podrá acompañarle durante esas extenuantes jornadas de camino al ser un perro de trabajo que puede realizar solo unas horas al día de acompañamiento. Por ese motivo Javier y Miguel necesitarán la ayuda de voluntarios que les acompañen y guíen al primero en aquellos momentos en los que su amigo peludo tenga que descansar. 

Pero también voluntarios, al menos «tres o cuatro en cada etapa», que les ayuden con la logística y en cuestiones como ir avanzando con el coche, quedarse a cargo de Xudán o simplemente de personas que quieran acompañarles en esta aventura, bien durante todo el recorrido o en algunas etapas. Y es que lo que nació de la conversación de dos amigos se ha convertido en un reto solidario en el que Javier y Miguel quieren involucrar a toda la sociedad abulense. Así, de aquí a septiembre y aparte de entrenarse para llegar con la mejor forma física, estos amigos van a llevar a cabo una campaña para dar a conocer su iniciativa con la que en definitiva lo que buscan es que se dé visibilidad a un problema social de tal gravedad como el suicidio. 

«Lo primero que pensé cuando salió el tema es que era una locura», reconoce Javier al recordar aquella propuesta de Miguel, una persona «muy deportista pero con el que se hace todo fácil», como reconoce su amigo y futuro compañero en una aventura en la que están pidiendo no solo voluntarios para acompañarles en las etapas del Camino sino también patrocinadores que les ayuden a dar visibilidad a esta iniciativa, y con ello a Hablemos. También aportaciones económicas para la asociación. Hasta el momento, reconoce Miguel con evidente gratitud, «son numerosas las empresas que nos han confirmado que se suman a este reto y que van a compartir esto con nosotros». 

«No me sorprende la respuesta porque la ciudadanía abulense es solidaria», apunta por su parte Javier que sabe bien de lo que habla porque él lleva años viviendo desde dentro el movimiento asociativo y del Tercer Sector. «A nivel personal, desde que perdí la visión, siempre me han ayudado y por eso creo que las personas nos debemos ayudar unas a otras», reconoce el también vicepresidente del Consejo de la ONCE de Castilla y León. 

Detrás de este reto de 16 días un único objetivo: «visibilizar la importancia de que existan asociaciones comoHablemos porque se pueden prevenir muchos suicidios», como apunta Javier antes de lamentar que éste es todavía «un tema tabú y por eso es muy necesario hablar y dar a conocer que hay salida». 

Aparte de dar publicidad al reto también se va a diseñar una camiseta para que aquellos que quieran realicen una etapa desde cualquier lugar con esta prenda y publiquen su experiencia en redes sociales para dar más visibilidad tanto a la asociación como a los patrocinadores. 

 

Estadísticas alarmantes y mucho sufrimiento. Hablemos nació hace dos años con el objetivo de trabajar en la prevención de la conducta suicida y apoyar tanto a supervivientes como a sobrevivientes. También con la intención de «romper el tabú» que existe respecto a este tema, dándole visibilidad e implicando a toda la sociedad en esta problemática para que todos seamos agentes de prevención y cada vez se puedan salvar más vidas. 

«Las estadísticas, pese a ser bastante alarmantes, no recogen todo el sufrimiento y toda la realidad detrás de los suicidios porque realmente las estadísticas sobre ofrecen datos de suicidios consumados pero no de intentos de suicidio», lamenta Elena Zazo, psicóloga de Hablemos, al hablar de una problemática que está «aumentando» y que se ha convertido en «un problema de salud pública».

«Queda mucho trabajo que hacer en prevención y también en posvención, en ayudar y acompañar a los supervivientes que han perdido a un familiar o allegado y también en dar visibilidad al suicidio y romper con el tabú», lamenta la psicóloga.

Afirmar que no se quiere seguir viviendo, verbalizar sentimientos de desesperanza hacia el futuro o comentarios referidos a la imposibilidad de afrontar una situación complicada o que van en línea con haber llegado al límite son señales  a las que «siempre deberíamos prestar atención», como apunta Beatriz Jiménez, psicóloga también de Hablemos, que señala que esas verbalizaciones siempre «hay que tenerlas en cuenta y entenderlas como una petición de ayuda y no como una llamada de atención». 

«Al ser un problema social todos tenemos que formar parte de la intervención en una situación de crisis de conducta suicida o de ideación suicida para que la persona sepa que tiene una red de apoyos que está ahí, que no le juzga y que le va a ayudar a pesar de que a veces no estén dispuestos a recibir esa ayuda», prosigue Jiménez que suma a estos recursos el teléfono 024, el 112, el la Esperanza o acudir a asociaciones como Hablemos. 

«Es muy importante visibilizar ese mensaje esperanzador que se va a repetir a lo largo de todo este proyecto por el Camino de Santiago que es que, efectivamente, recibiendo apoyos, recursos y ayuda necesaria cualquier persona puede salir de una situación tan complicada como plantearse una idea de suicidio», aseguró la psicóloga de Hablemos.