La demolición de la estación de trenes de Mingorría ya es una realidad. Pese a los intentos vecinales, secundados con un escrito en la tarde del lunes por el alcalde, de paralizar las obras de forma inmediata para evitar la desaparición de definitiva de un conjunto de edificios cuyos orígenes se remontan a 1864, el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), titular de la instalación, inició este martes su derrumbe desde primera hora de la mañana, comenzando con la retirada del amianto de la cubierta del edificio de viajeros y la demolición del edificio que albergaba las antiguas viviendas de los trabajadores de la estación, situado al otro lado de las vías de la línea Madrid-Hendaya, por las que a día de hoy siguen circulando trenes, aunque desde hace 30 años ya sin parada en Mingorría.

Vecinos de la Asociación La Tusa, como ya hicieron el lunes, se personaron en la zona de la estación para comprobar con tristeza que una parte de la historia de su municipio comenzaba a reducirse a escombros. De poco o nada sirvieron sus peticiones a Adif y al alcalde de la localidad para que los trabajos fuesen paralizados y se plantease un uso alternativo para esos edificios, como un museo etnográfico o un espacio cultural, pues como reconocía este martes el subdelegado del Gobierno en Ávila, Fernando Galeano, «no se trata de una cuestión de última hora, sobrevenida o improvisada, sino que está programado con tiempo y se siguen los pasos habituales. Si hubiese habido interés de alguna asociación o entidad por hacer algo en relación con estos edificios, entiendo que se habrían puesto en contacto previamente con Adif para tratar el tema, pero en el momento en el que se encuentra el procedimiento de la obra, con personal ya trabajando, ya es muy tarde para iniciarlo».

Además, recordó Galeano que en estos 30 años que lleva sin funcionar la estación, «ha habido periodos en los que incluso se ofertaba la posibilidad de alquilar el edificio para darle otro uso, pero no ha habido nada».

En marcha la demolición de la estación de Mingorría - Foto: Isabel GarcíaTambién subrayó el subdelegado del Gobierno que todo el procedimiento administrativo seguido para la demolición «se ha hecho correctamente», pues «Adif es la titular de la instalación y además se encuentra en lo que se denomina dominio ferroviario, lo que quiere decir que el titular puede actuar sobre la infraestructura sin ningún tipo de consulta o consenso con el municipio. Además, el edificio no goza de ningún tipo de protección patrimonial o valor declarado oficialmente que lo proteja, por lo que se trata de una actuación normal y no ha habido ninguna incorrección».

Fernando Galeano explicó igualmente que «el edificio estaba en un estado ruinoso ahora mismo y, a parte de que contaba con elementos contaminantes como el amianto, era susceptible de un proceso de desmantelación por seguridad, porque está en una zona accesible libremente y sometida al vandalismo, y podría haber algún tipo de accidente y al final Adif es la responsable del edificio».

Por ello, la intención de Adif pasa por restaurar esa zona, aunque el subdelegado del Gobierno desconocía si será para una utilización ulterior de tipo logístico o simplemente se restaurará la zona al estado natural.

En marcha la demolición de la estación de Mingorría - Foto: Isabel GarcíaPero la Asociación de Vecinos La Tusa este martes todavía no perdía la esperanza de que la paralización de la demolición llegase, aunque como afirmaba su presidenta, Ana Pose, «a estas alturas, con más de tres empresas subcontratadas trabajando, supondría un coste elevado y creo que estamos soñando, aunque vamos a seguirlo haciendo».  

Rechazo del Comité de Empresa. El Comité de Empresa de Adif de Ávila manifestó este martes, a través de un comunicado, su «repulsa y rechazo» a la demolición de la estación de Mingorría, que calificaron como «un sinsentido» por tratarse de «un edificio que presenta un buen estado actual y que es un bien cultural y patrimonial para todos los abulensres, pero especialmente para los vecinos de Mingorría».

Al tiempo, criticaron la «falta de interés» de las administraciones afectadas, Adif, Ayuntamiento de Mingorría, Diputación de Ávila y Junta de Castilla yLeón, que «en vez de proteger nuestro patrimonio heredado de generaciones, se encargan de destruirlo».

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