Santiago Moreno fue el primero de todos. El primer olímpico abulense. Por cuestión de días, cuatro, los que se 'adelantó' en saltar en el Estadio Olímpico a Ángel Hernández en unos Juegos Olímpicos de Barcelona 92 que marcan sus recuerdos. «Fue por casualidad» contaba cuando se cumplía el 30 aniversario de aquella cita. Pero también fue el primero de aquella 'saga' de saltadores y triplistas que situaron Ávila como una referencia. «Se podría decir que empecé yo pero hay que destacar a otros grandes atletas» como los Ángel Hernández, Roberto Garcinuño, Raúl Chapado, Conchi Paredes, las hermanas Vicky y Mónica Mayo... Una generación de oro. «Ávila fue una referencia y lo sigue siendo» aunque ahora toca mirar a otras especialidades como los 800 o los 1.500 metros.
Natural de San Miguel de Corneja, licenciado por la UNED en Económicas en aquellos tiempos en los que no existía lo online y estudiar a distancia era otro asunto, comenzó en esto del deporte de la mano de Juan Manuel Sánchez Pérez en el Diocesanos, donde cursó los estudios. «Empiezas, lo haces medianamente bien y finalmente encuentras tu sitio. A partir de ahí, vas mejorando», en este caso fue en el triple salto, donde llegaría a ser campeón de España hasta en 13 ocasiones, ocho en Absoluta, y plusmarquista. Pero lo que más recuerda fue su presencia en Barcelona 92. «Mi mayor éxito fue salir al estadio a competir. Para cualquier deportista que se precie, especialmente en deporte individual, uno de los máximos objetivos es participar en unos Juegos Olímpicos. Yo tuve la fortuna de hacerlo y encima en España». Llegar ahí ya es importante. «Cualquier deportista querría estar en unos Juegos Olímpicos. Los que ganan son los menos. La ilusión y el sueño de cualquiera es ser campeón olímpico pero la mayoría de los mortales nos tenemos que conformar con menos».Pero ese menos ya es mucho.
Casi 25 años mantuvo en sus manos el récord de España en triple salto. Durante un cuarto de siglo sus 16,93 metros fueron una barrera insuperable hasta que Pablo Torrijos lo consiguiera superar con sus 17,03. «No pensé fuera a durar tanto». Incluso en su mente tenía batirlo él mismo, alcanzar la barrera de los 17,00 metros, pero es que «batir un récord no es fácil». Por el triple salto han pasado grandes generaciones de atletas, entre ellos el abulense RaúlChapado. «Pensé que sería el primero en batirlo, pero pasaba un año, otro año... Pero por unas circunstancias u otras no encontraron el día perfecto, ése en el que te sale todo bien». Así 25 años hasta que Torrijos fue el primero en superar esos 17 metros. «Como suele decirse los récords están para batirse y acabar cayendo». Ahora «está a años luz» con los 18,18 de Jordan Díaz. «Tiene posibilidades de batir incluso el récord del Mundo».
Todos los deportes han evolucionado mucho y atletismo entre ellos, empezando por las instalaciones. «Cuando empecé la pista era de ceniza. No teníamos gimnasio, sin luz, el frío de entonces en Ávila era insoportable, pero no quedaba otra que seguir adelante».Sumado al material deportivo, la alimentación, el equipo humano alrededor del deportista. «Ahora es otro nivel».
Y a otro nivel sigue conectado al atletismo. Pasó de practicarlo a enseñarlo, llegando a compatibilizar ambas cosas. «He sido de los pocos que han podido vivir la experiencia de, en un mismo campeonato, ser atleta y al día siguiente entrenador».Eran días en los que «pasaba más horas en la Ciudad Deportiva que los que trabajaban aquí» dice con ironía. Ahora ha bajado el ritmo. Ejerce de asesor y colaborador regional y nacional en concentraciones y grupos de entrenamiento. «Intentas inculcar la experiencia que tienes». Puede aportar mucho.