Finalmente el propietario del inmueble que colapsó en la madrugada del lunes en la calle San Cristóbal, junto a la plaza de Las Vacas, decidió su completa demolición. Tras la intervención de urgencia que corrió a cargo de los profesionales del servicio de bomberos durante prácticamente toda la jornada de lunes llegó la decisión del dueño de la finca de tirar abajo los restos del edificio.
En esa tarea seguía una máquina trabajando durante la jornada de ayer hasta casi hacer desaparecer lo que en su día fue el bar Monet. Un edificio sobre el que el Ayuntamiento confirma a Diario de Ávila que «no pesaba expediente de ruina». Pese a ello, colapsó.
Y lo hizo, por suerte, sin tener que lamentar daños personales; ahora bien, sí, daños materiales puesto que dos vehículos que se encontraban aparcados bajo la fachada del edificio que se vino abajo resultaron afectados por la caída de numerosos elementos de la fachada. Cierto es que en general y tal y como explicaba el jefe del servicio de bomberos, Alberto Pato, la mayor parte del edificio colapsó hacia el interior, pero también cayeron grandes bloques de piedra y ladrillo hacia la calle que fue lo que causó daños en los coches aparcados, una furgoneta y un turismo.
Otra de las damnificadas en el suceso fue la vivienda contigua al edificio que colapsó ya que se vio afectada «en su pared medianera», explicaba el hijo de su propietario en declaraciones a Diario de Ávila el mismo día del suceso.
Hay que destacar que en ambos casos estos inmuebles de la calle San Cristóbal datan de hace más de un siglo. Según datos del Ayuntamiento de Ávila el año de construcción de ambos se remonta a1900 y así aparece en el listado de edificios incluidos en la obligatoriedad de pasar la Inspección Técnica de Edificios correspondiente al año pasado, al 2022.
Una inspeccción técnica que inició su andadura en 2012 y que obliga a los edificios con más de 40 años a someterse a su análisis. En este caso ambas fincas estaban llamadas al trámite en la campaña del año anterior.
Con sucesos como el acontecido en la jornada de lunes en el barrio de Las Vacas esta Inspeccion Técnica de Edificios cobra más sentido que nunca. En la campaña vigente, la de 2023, nada menos que 1.436 fincas estarían obligadas a la inspección este año. Son muchas pero es que aparte de los que tienen que pasar la ITE este año, también empiezan a repetir los primeros que la tenían que pasar cuando se iniciaron las inspecciones (que son para los de 40 años y luego cada 10 años, como si fuera una ITV). Esos más de 1.400 edificios tienen de plazo hasta el 31 de enero de 2024 para hacerlo. Desde el Ayuntamiento apuntan al respecto que siempre apuran hasta la fecha límite. De hecho tanto apuran que en agosto sólo habían llegado al Ayuntamiento ocho solicitudes. Concretamente en las campañas actual y anterior se han incluido numerosos edificios mucho más antiguos de los 40 años a que se refiere la inspección. Esto es, hace 10 años cuando nació la inspección se inició la misma en aquellos cuyo año de construcción era 1971. Son los que ahora vuelven a pasarla, pero claro también deben entrar los que son anteriores a esa fecha.