El pasado viernes fue un día de celebración para todo el colectivo LGTBI+: el día Internacional del Orgullo. Una jornada donde se reivindican el sentimiento de orgullo sobre las orientaciones sexuales e identidades de género que, históricamente, se han sentido marginadas y reprimidas por los distintos gobiernos nacionales e, incluso, por las sociedades.
La elección de la fecha (28 de junio) no tiene nada de aleatorio, sino que se conmemoran los disturbios acaecidos en el pub Stonewall de Nueva York en el año 1969, etapa de plena liberación sexual. Un acontecimiento histórico, quizás semioculto para muchos, que marcó el nacimiento de los movimientos de liberación homosexual en el mundo. Aquella recordada fecha se produjo una redada policial contra miembros del colectivo que, de forma espontánea, protagonizaron manifestaciones y revueltas violentas para protestar contra el atropello que estaban sufriendo. Estas actuaciones se consideran el germen de las luchas del colectivo homosexual en Estados Unidos y en el mundo.
En España, no fue hasta el periodo de la Transición, ya finalizado el régimen franquista, cuando se pusieron de manifiesto las reivindicaciones del colectivo homosexual del país (la Dictadura ocultó las informaciones sobre los disturbios de Stonewall y reprimió y persiguió a los miembros del colectivo durante años). La primera marcha se desarrolló en Barcelona en 1977, casi dos años después de la muerte de Franco. Solo participaron unas 4.000 personas que fueron reprimidas por la fuerza. Sin embargo, esto ya marcó un hito en la historia de España que recogió Madrid, ciudad que se ha convertido en una de las mayores fiestas de ambiente gay de Europa.
El 25 de junio de 1978, tres días antes de que se conmemorara el noveno aniversario de Stonewall, el Frente de Liberación Homosexual de Castilla organizó la primera marcha del Orgullo de Madrid, en la que intervinieron unas 7.000 personas. Con la llegada de la Movida Madrileña durante la década de los 80, los movimientos homosexuales ganan mayor protagonismo en España gracias a figuras como el cineasta Pedro Almodóvar o la cantante Alaska, icono para muchas generaciones del colectivo. Es a partir de entonces cuando el popular barrio de Chueca se transforma en el epicentro de las fiestas del Orgullo y en lugar de reunión del colectivo. Con el paso del tiempo, las fiestas del Orgullo de Madrid se han convertido en una de las más importantes del mundo, solo superadas por las de San Francisco, atrae a millones de personas en cada edición (muchas procedentes de otros países) y deja unos ingresos millonarios.
En Ávila, como ciudad provinciana que es, el Día del Orgullo LGTB siempre se siguió con poca o nula intensidad. Carlos Muñoz Moreno, allá por el año 1983, promovió la la primera reunión del colectivo LGTB en la ciudad. Una labor por la que será reconocido en la Gala de Premios a la Diversidad y Activismo LGTB de este año (recibirá el premio abulense al activismo LGTB). Una primera iniciativa que quedó en el olvido. Hasta que en el 2020, gracias a la plataforma ArcoÁvila y a Orgullo LGTB Ávila, comenzaron a dar mayor importancia a esta celebración de carácter reivindicativo. ArcoÁvila, que cuenta con aproximadamente un centenar de miembros de todas las orientaciones sexuales, tuvo bastante aceptación desde su creación, tanto social como político. Su presidente Héctor Colino, en ese sentido, se muestra muy contento con los avances que ha logrado el colectivo a lo largo de las décadas, aunque hay que seguir luchando para erradicar los discursos del odio que siguen estando presentes en la sociedad.
Y también la persecución de sus miembros, porque, según el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), 80 países consideran un crimen las relaciones entre personas del mismo sexo y cinco las castigan con pena de muerte. Se ha conseguido mucho, pero aún queda mucho camino por recorrer.
Orgullo chico de España, grande de Castilla
La provincia de Ávila es uno de los cinco lugares adheridos a la Red Española de Destinos por la Diversidad. Así se anunció oficialmente en la gala de entrega de los Premios Diversa 2024, celebrada el 13 de junio.
Un reconocimiento que fue a parar a la Diputación Provincial por integrarse de manera pionera en una red compuesta por destinos, instituciones y empresas públicas y privadas que incluyen entre sus políticas la diversidad y la inclusión del colectivo LGTBIQ+. Una apuesta a la que posteriormente se unió el Ayuntamiento de la capital con el apoyo de la Junta de Castilla y León y que contó con el apoyo unánime de todos los grupos políticos, incluido VOX. Esto provoca que el territorio abulense sea contrario a la LGTBIfobia por lo que es mercedor del título de 'Orgullo chico de España, grande de Castilla'.