Estudio de Sevat sobre las Rondas de Pastores de Casavieja

E.C.B
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La Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar presenta el libro de José María González Muñoz 'La Navidad castellana del Tiétar', centrado en la primera historia de las Rondas de Pastores de Casavieja desde 1950 hasta 1985

Estudio de Sevat sobre las Rondas de Pastores de Casavieja

La Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar (SEVAT) continua publicando nuevos estudios que ahondan en la cultura de esta comarca y en esta ocasión presenta un nuevo libro titulado 'La Navidad castellana del Tiétar', de José María González Muñoz, centrado en la primera historia de las Rondas de Pastores de Casavieja desde 1950 hasta 1985.

En el Valle del Tiétar, la costumbre de cantar villancicos y coplas profanas en Navidad al ritmo de instrumentos populares se remonta al menos al siglo XIX. En la primera mitad del siglo XX la tradición de rondar cantando villancicos estaba arraigada en diversas localidades del Tiétar como Arenas de San Pedro, Candeleda, Guisando, Mombeltrán o Pedro Bernardo, entre otras, según explica el autor.

El cancionero de Casavieja de 1950 confirma que existía una tradición navideña de ocio muy arraigada entre la población, es decir, un corpus de textos, profanos y religiosos que, además, informa de que los villancicos, profanos y religiosos, se cantaban en las calles (Ronda) y en las casas desde alrededor del 8 de diciembre hasta el día de Reyes (6 de enero). Estos villancicos se interpretaban en la misa del Gallo, en algunos casos con coro y órgano, y los instrumentos principales que utilizaban fueron guitarras, bandurrías, almireces, sartenes, zambombas, calderillos, panderos, triángulo, castañuelas e incluso rabeles. También apunta que la Ronda era esencialmente aguinaldera, compuesta en su mayor parte por mozos; pero no hay que descartar la discrecional participación femenina, y que las zambombas eran realizadas con pieles de animales estiradas sobre un cántaro o un puchero de barro.

A partir de los años 50, del pasado siglo XX, en Casavieja se produjo un peculiar fenómeno, en cierto modo disruptivo, que transformó una tradición popular en folclore organizado. Un proceso que se fraguó, a ritmo de zambomba y almirez, en la mente de varios casavejanos. Uno de ellos fue Martín García Díaz, popularmente conocido como 'tío Gilo'. Él fue el artífice de la pionera panda de los Chimberos que posteriormente se transformó en la primer Ronda de Pastores de Casavieja a finales de los años cincuenta. Esta ronda interpretaba, vestida como pastores – jornaleros – braceros los villancicos religiosos y profanos, sin obviar nuevas coplas. Sus instrumentos fueron, y son, de lo más popular: zambombas, almireces, sartenes, calderillos, panderos, botellas de anís, etc… Otro casavejano insigne fue Justino Jiménez Sánchez, quien fue el director de otra ronda navideña; esta vez del capote.

Esta nueva publicación de SEVAT realiza un riguroso repaso a la historia, e historias, de todas las Rondas de Pastores de Casavieja hasta el año 1985. Un recorrido que incluye sus interpretaciones en el NO-DO, sus grabaciones en vinilo y casete, los programas de televisión que grabaron y los innumerables artículos de prensa que hablaron de ellos. Las Rondas de Pastores de Casavieja se convirtieron en el referente de la Navidad Castellana del Valle del Tiétar; unas historias que forman parte de la cultura y etnografía de esta comarca abulense. Este nuevo libro también analiza las fortalezas del fenómeno de las Rondas de Pastores de Casavieja, quienes en sus más de 60 años de recorrido atesoran perseverancia, camaradería, diversión, ocio, colectividad y un espíritu encomiable de renovación, que las hace itemporales.

Con este volumen, el autor, José María González Muñoz, vicepresidente de la Sociedad de Estudios del Valle del Tiétar, sitúa a Casavieja como una de las más estudiadas de todo el sur de Ávila.