Es incuestionable que la percepción que la sociedad tiene del colectivo LGTB ha cambiado mucho (a mejor) en los últimos tiempos. Los avances que, con mucha lucha y sufrimiento, han obtenido sus miembros suponen un incentivo para que las actuales y futuras generaciones siguen peleando para evitar regresar al pasado. Porque, por desgracia, todavía hay personas que no ven con buenos ojos las reivindicaciones homosexuales.
Durante las últimas semanas, a medida que se acercaba la celebración por el Día Internacional del Orgullo, los medios de comunicación se han llenado de noticias controvertidas relacionadas con estos festejos. Sin ir más lejos, el cartel de las fiestas del Orgullo de Madrid ha despertado polémica por no incluir ni la bandera arcoiris (símbolo del colectivo) ni las siglas LGTBI+, lo que motivó las quejas de las asociaciones. El propio viernes, el presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, de VOX, exigió al PSOE la retirada «sin dilación» la bandera arcoiris de la fachada del edificio «porque las únicas banderas oficiales son las de Castilla y León y la de España». Y en Ávila, durante la lectura del manifiesto en apoyo al colectivo tras el pleno del Ayuntamiento, el grupo municipal de VOX decició abandonar el salón de plenos como señal de protesta. Unas acciones que se unen a los comentarios de odio que se pueden apreciar en las redes sociales para los miembros del colectivo homosexual.
Para frenar esta tendencia, la mejor medicina son la educación y el respeto a la diversidad. Por ellos abogan Héctor Colino, portavoz de la plataforma ArcoÁvila, y Alfonso González, director de Orgullo LGTB de Ávila. «Hace falta seguir reivindicando y celebrando el Orgullo puesto que sigue habiendo discurso de odio en la sociedad. Hay que seguir luchando y apoyando este tipo de actividades», declaró Colino. En términos similares se refirió Alfonso: «Es muy necesario que el mensaje de respeto siga llegando a todos los lugares porque creemos que, a través de la educación, es el camino apropiado para encontrar la solución a esta problemática».
La educación y el respeto, caminos para aceptar la diversidad - Foto: Isabel GarcíaPor suerte, consideran que esas polémicas y esos discursos no son tan frecuentes en Ávila, donde además sienten el apoyo de las instituciones como demuestra la inclusión del territorio abulense dentro de la Red de Destinos por la Diversidad. Nada que ver con lo sucede en otras ciudades de España, donde se enzarzan en controversias mediáticas que entorpecen los avances sociales. «Entendemos que esos mensajes y peleas mediáticas están muy lejos de lo que desde ArcoÁvila queremos. No queremos que haya un colectivo de primeras y otro de segundas por pertenecer a la izquierda o a la derecha. Nuestra línea está en unir a todos y remar en la misma dirección para solucionar los problemas», dijo González.
A pesar de todo, el Orgullo goza de buena salud en Ávila. «La ciudad cada vez recibe más visitas de público LGTB que viene a descansar o incluso a quedarse a vivir porque la encuentran un lugar amable y respetable con el colectivo», zanjó Colino. Una alegría que les impulsa a seguir con su lucha.