Un grupo inversor de Madrid y la gestora deportiva DS360 son los nuevos nombres propios de un Real Ávila cuya historia en los últimos años está protagonizada por el cambio de manos y propietarios. Muchos nombres, protagonistas y movimientos accionariales en la última década siempre con el objetivo de dar al club un «futuro a medio y largo plazo» se ha dicho en cada cambio de etapa. En unas ocasiones de manera más acertada que en otras. Porque el nuevo cambio bien es cierto que se afronta con la estabilidad económica e institucional que en otras ocasiones no hubo.
Se abre un nuevo ciclo de la mano de este grupo de inversores madrileños y la gestora deportiva DS360.Otro más desde un 2010 repleto de nombres propios –no siempre tras compra accionarial de por medio– como los de Fernando López del Barrio, Milan Academy Ávila y Fran del Pozo, Gestión Deportiva Abulense, Ralons - Seguridad Integral Canaria, Javier Pindado o Gestfootball Elite, la más duradera de todas. La actual será la quinta compra accionarial de los últimos años y el enésimo cambio de nombres de que en diciembre de 2010, por motivos de salud, José Ramón Herrero dejó el cargo de delegado. Ahí comenzó todo.
A partir de ese momento el Consejo de Administración tenía el encargo de encontrar una persona que se pusiera al frente del club del Adolfo Suárez. Y se encontró en la figura 'externa' de Fernando López del Barrio –enero de 2011– un hombre muy valorado en el mundo de la judicatura y con la que se esperaba el inicio de una nueva etapa. Seis meses después –junio de 2011– Fernando López del Barrio y su equipo de trabajo dimitían. Muchos eran sus motivos pero uno de ellos eran sus «reticencias» a la integración del Real Ávila y el Milan Academy Ávila.
Ya por esos meses era una realidad conocida por todos que el Real Ávila y el Milan Academy Ávila venían discutiendo desde hacía meses una posible integración por la que la entidad rossonera pasaría a formar parte de la estructura del club encarnado. Una decisión que, ya sin Fernando López del Barrio la adoptaba el Consejo de Administración.
El acuerdo –junio de 2011– aprobaba la integración del Milan Academy en la estructura deportiva y directiva del Real Ávila, de tal manera que el presidente de esa entidad, Francisco Javier del Pozo, pasaba a ser nuevo consejero del club y, además, el nuevo director deportivo. Un primer paso de una persona que sería protagonista del destino del club en la 2011-2012. Porque en el mes de septiembre de 2011, cuando Julio Ortega anunciaba su salida del Consejo de Administración del Real Ávila, Francisco Javier del Pozo se incorporaba al Consejo de Administración y se convertía en el máximo responsable del Real Ávila. «Yo me tengo que ir marchando» confesaba en la noche del 6 de septiembre el entonces máximo accionista de un club.
En los despachos se trabajaba ya en la venta del club, que se conocía en mayo de 2012 en una operación en la que los máximos propietarios del equipo –Julio Ortega, máximo accionista, junto con María Pueyo, Gustavo Vázquez, Javier Sánchez y José Ramón Herrero, entre otros– mostraban su disposición para vender su parte del Real Ávila. Gestión Deportiva Abulense S.L. asumía así en el verano de 2012 el control del club en una operación en la que para la adquisición de 149.860 acciones (40.980 acciones pertenecientes a Francisco Javier Sánchez, 50.000 a Gustavo Adolfo Vázquez y 58.880 de Julio Ortega Zurdo) se ponía un precio 'simbólico' de 3 euros –un euro por cada paquete accionarial– pero por el que Gestión Deportiva Abulense S.L. se hacía cargo de la deuda del club y que se situó –aunque no oficialmente– en 160.000 euros más la deuda con entidades bancarias.
Óscar Gil, David Rueda y Mónica Castaño ponían rostro a la nueva etapa del Real Ávila. Una etapa que comenzó con un claro objetivo, y era «crear una estructura sostenible en la que el papel de la cantera tendrá un valor predominante. Todo esto va más allá de luchar por la Segunda B». Era el mes de junio de 2012. Sin embargo dos temporadas (2012-13 y 2013-14) duró la aventura. La ausencia del deseado ascenso a la Segunda División B, el fracaso de convertir el Real Ávila en trampolín de futbolistas con los que hacer caja y sobre todo la solicitud de concurso de acreedores en enero de 2014 pusieron el punto y final al proyecto de David Rueda con la conclusión de la temporada.
Fue posiblemente uno de los momentos más complicados, aunque no el único, del Real Ávila en toda su historia. Tanto que a finales del mes de agosto de 2014 el estadio tuvo la puerta cerrada y el candado echado sin dueño ni proyecto. Un movimiento de última hora salvó la situación. Javier Pindado y Juan Rodríguez 'Juanito' aparecían en escena. El Real Ávila estaba salvado. Seguridad Integral Canaria y Ralons Servicios –ambas propiedad de Miguel Ángel Ramírez, presidente de la UD Las Palmas – pasaban a ser las empresas patrocinadoras del Real Ávila en la 2014-2015. El patrocinio conllevaba que Juan Rodríguez 'Juanito' pasaba a ser el nuevo gerente del club abulense. Con ello David Rueda traspasaba la gestión para la presente temporada, aunque Gestión Deportiva Abulense, la empresa de Rueda, seguía siendo la propietaria de la mayoría de las acciones del Ávila, al menos hasta que finalizase la 2014-2015. Ese era el momento en el que el grupo canario podría plantearse el hacerse con las acciones –como así se esperaba– y pasar a ser el dueño de la entidad.
Sin embargo esa compra no se produjo. El Real Ávila descendía a la Regional de Aficionados, Las Palmas ascendía a Primera División y el equipo se quedaba sin sus principales patrocinadores. La opción de compra no se hizo efectiva. Era el peor escenario y un callejón sin salida hacia la liquidación. De nuevo, los fantasmas de la desaparición regresaban a escena.
Finalmente sería Javier Pindado el que en el verano de 2015 asumía el control accionarial –67 por ciento– con la compra por un euro de las 148.231 acciones en manos de David Rueda, que quedaba de este modo totalmente desvinculado del club. El exjugador del Real Ávila pasaba a ser su máximo accionista –Carlos Rojas seguía manteniendo el cargo de presidente que asumió en noviembre de 2014–. Sin embargo el 2016 arrancaba con la confirmación de que era algo transitorio. Había que buscar a todo ello una solución.
Fue el momento de Gestfootball Elite.Con el equipo en Regional pero lanzado hacia el ascenso a Tercera División, la sociedad adquiría el famoso 67 por ciento del club que les convertía en el máximo accionista y propietarios. Siete años en sus manos, siete años de tranquilidad institucional aunque de realidades contrapuestas.La falta de resultados deportivos en forma de ascenso a Segunda B así como la imposibilidad de llevar a cabo el proyecto de 'ciudad deportiva' en la zona del Adolfo Suárez con el que llegaron en su momento, han terminado por poner el punto y final a una etapa en la que había una fecha clave, elCentenario en 2023, que no ha sido posible alcanzar. Pudo acabar antes pero los intereses que en los últimos años que han existido para la compra del club nunca llegaron a fructificar. Esta vez sí. A partir de ahora se abre la nueva etapa de la mano de este grupo de inversores y DS360.