La Laguna del Hoyo en El Oso será uno de los escenarios durante estos días se lleve a cabo el recuento de aves invernantes que anualmente lleva a cabo la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, y que en esta ocasión se desarrollará entre el 10 y el 20 de enero, siendo prioritarios los días 13 y 14 de enero.
Desde el año 1967, la organización Wetlands International promueve y coordina un programa de censos de aves acuáticas invernantes en zonas húmedas, que se lleva a cabo anualmente a lo largo del mes de enero, periodo en el que muchas especies de acuáticas se congregan en enclaves concretos, por lo que su recuento es más sencillo y fiable que en otras épocas del año, y que se desarrolla en todos los continentes, y que también tiene su incidencia en la provincia de Ávila. De hecho, en el censo del año pasado, en la Laguna del Hoyo en El Oso se contabilizaron 2.499 aves, siendo uno de los principales humedales de Castilla y León, una comunidad en la que el año pasado se contabilizaron 67.408 ejemplares de 58 especies diferentes en 379 localidades. El ánade azulón, la cerceta común, el chorlito dorado europeo, la avefría europea, la gaviota sombría, el ánsar común y la grulla común fueron las especies más abundantes, con más del 78 por ciento de los ejemplares detectados. La cifra es un 17 por ciento más del número medio de ejemplares detectados en los últimos cinco años (57.324 aves para el periodo 2018-2022).
Por especies, el ánade azulón (23.460 ejemplares), la cerceta común (6.741 ejemplares), el chorlito dorado europeo (6.586 ejemplares), la avefría europea (6.732 ejemplares), la gaviota sombría (3.497 ejemplares), el ánsar común (3.044 ejemplares) y la grulla común (3.038 ejemplares) fueron las especies más abundantes, con más del 78 por ciento de las aves detectadas. Además, se detectaron especies más escasas durante el periodo invernal, como el águila pescadora (un ejemplar), la espátula común (ocho) o el flamenco común (cuatro ejemplares).
El análisis de la tendencia general de la población invernante de aves acuáticas en la Comunidad es negativo en los últimos años. En el territorio de Castilla y León se concentraban más de 100.000 aves acuáticas invernantes hasta el año 2011, pero estos valores han ido en descenso hasta llegar al mínimo de 60.000 ejemplares en el censo realizado en el año 2022.
Esta fuerte caída está motivada principalmente por la reducción de la población invernante de ánsar común, que ha pasado de un máximo de 65.823 ejemplares en el año 2006 a 3.044 aves en el censo realizado el año pasado. Este descenso en el tamaño poblacional es debido a que han acortado sus desplazamientos migratorios y, actualmente, sus zonas de invernada se localizan en áreas del centro y norte de Europa, mucho más cercanas a sus zonas de reproducción. Sin embargo, hay otras especies que muestran una tendencia positiva en el número de ejemplares que pasan el invierno en Castilla y León, como son el tarro blanco o la garceta grande.
Objetivos del recuento. El aspecto más relevante de este recuento es su capacidad para proporcionar tendencias de poblaciones de aves a medio y largo plazo, mediante la recogida de datos de forma estandarizada y periódica: recuentos efectuados con la misma metodología y en los mismos sitios cada año. De esta forma, se dispone de información sobre la evolución de las poblaciones de aves acuáticas y su estado de conservación, así como su distribución, teniendo en cuenta que esta información es crucial para su gestión y conservación.
Además, los censos de aves acuáticas invernantes se han convertido en un instrumento fundamental para el conocimiento y valoración de sus hábitats, los humedales, que son objeto de atención preferente por su fragilidad y singularidad.