Orson Welles, "un abulense más"

David Casillas
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El crítico de cine Juan Carlos del Pozo ofreció, dentro del programa cultural de la UNED, una charla para recordar la relación que tuvo el director norteamericano con Ávila, ciudad que afirmó que «elegiría para vivir»

Orson Welles, "un abulense más"

Cincuenta y nueve años después del rodaje en Ávila de la película Campanadas a medianoche –tuvo lugar en varios días del mes de febrero de 1965–, el ciclo de actividades culturales que organiza UNED-Ávila de la mano de Ester Bueno ofreció este lunes una conferencia en la que se abordó la interesante relación que el director de cine estadounidense Orson Welles tuvo con nuestra ciudad a raíz de ese encuentro entre un cineasta genial y desmedido en todos los sentidos y una ciudad que le cautivó, un viaje al pasado que tuvo como ponente a Juan Carlos del Pozo, crítico de cine y una de las personas más sabe del séptimo arte en nuestra ciudad.

En su charla, que tuvo lugar en el Palacio los Serrano, Juan Carlos del Pozo habló de la relación «bastante intensa» que tuvo Orson Welles con Ávila, que recordó que comenzó antes de su elección para rodar aquí escenas muy significativas de la película Campanadas a medianoche; la seguridad de que el director norteamericano había estado ya antes en Ávila, y de que esta ciudad le había causado una honda impresión, viene del hecho de que en 1960 afirmó, en una entrevista en París, que «si pudiera elegir un lugar donde vivir sería España y en concreto Ávila. El clima es horrible, muy cálido en verano, muy frío en invierno. Es un lugar extraño y trágico. Hay algo grande ahí».

En alguno de esos viajes que hizo a Ávila antes de 1960, de los cuales Juan Carlos del Pozo reconoció que no ha encontrado documentación pero que "seguro que tuvieron lugar, porque en esas declaraciones evidencia conocer nuestra ciudad y estar impresionado por ella, explicó el ponente que Welles compraría la casa que ahora ocupa La posada de la fruta.

Insistiendo en la fuerza de esa definición que hizo de Ávila, apuntó el crítico de cine que «a mí me parece muy interesante aunque parezca breve», porque además «de la descripción de la realidad de que hace mucho frío en invierno y mucho calor en verano, añade la de que siente que en ella hay 'algo extraño, algo trágico', que demuestra que supo entender su espíritu».

volvería a rodar aquí. Que Ávila dejó huella en él, siguió explicando Del Pozo, queda patente también en unas declaraciones de Welles que «he descubierto cuando me puse a investigar para esta conferencia, en las cuales dijo que si tuviera que repetir alguna película volvería a hacer Campanadas a medianoche, y además en los mismos sitios».

Por la huella que dejó Ávila en uno de los más grandes directores de cine de la historia y por cómo éste la quiso dar a conocer, manifestó Juan Carlos del Pozo que «es importante reivindicar la importancia que para esta ciudad tuvo aquel rodaje, y las visitas anteriores de Welles», porque es algo que forma parte «del patrimonio cultural abulense».

Del rodaje de esta película explicó Del Pozo «cómo se desarrolló, cómo fue su realización y la producción», además de algunas anécdotas, destacando sobre todo que «hubo mucha cercanía con todo lo abulense, al contrario de lo que había ocurrido, por ejemplo con el rodaje de Orgullo y pasión». En la película que protagonizaron Cary Grant, Sofía Loren y Frank Sinatra, concretó, «las estrellas de la película marcaron distancia con la ciudad, mientras que Orson Welles fue durante el rodaje de Campanadas a medianoche un abulense más, ya que aparte de realizar el rodaje se dedicó a andar por las calles de Ávila, a hacer visitas y a interesarse por la ciudad, por ejemplo por la iglesia de San Vicente y por otras cuestiones como por ejemplo las gastronómicas».

Ese implicarse en la ciudad le llevó también a residir en Ávila durante aquellos días de febrero de 1965 en los que llevó a cabo el rodaje, y aunque no existe constancia documental de cuál sería el lugar donde lo hiciese parece lógico pensar que lo hizo en la que era su casa.

Que la presencia del director estadounidense en Ávila para rodar Campanadas a medianoche era una noticia de interés queda patente en el eco que de ello se hizo El Diario de Ávila, que ya el día 11 de enero de 1965, unas semanas antes de que empezase el rodaje, informaba de que «el otro día vino a nuestra ciudad en avanzada turístico-profesional», a lo que añadía, en original descripción, que «Orson Welles, con su gran humanidad, su ancha cordialidad, su simpatía, paseó las calles abulenses y admiró sus bellezas. Luego regresó a Madrid, desde donde, ayer mismo, anunció a través de una emisora madrileña su nueva presencia en nuestra tierra».

En ese avance de su actividad futura inmediata, queda también reflejado en esa noticia en El Diario de Ávila, Welles afirmó que «iremos a pasar frío», a lo que apuntaba el redactor que «la verdad es que no es para tanto, aunque no sabemos al final si la nieve la habrá dejado venir… de todas formas, bienvenido sea y que lo pase bien».