Países Bajos aplica desde este lunes un veto prácticamente total de los teléfonos móviles en las escuelas primarias, después de que el curso pasado ya prohibiese este tipo de aparatos en los centros de secundaria, con vistas a mejorar el rendimiento del alumnado.

La medida, que afecta también a las tabletas y los relojes inteligentes, sigue la línea de otros países europeos como Grecia e Italia y deriva de un principio de acuerdo entre el Gobierno y el sector educativo.

La prohibición incluye también excepciones, ya que cada centro tiene margen de actuación para decidir, por ejemplo, si contar con un determinado aparato electrónico puede servir para el contenido de la lección, o en caso de necesidades médicas o discapacidades, informa la cadena NOS.