Hace unos años –2021– celebraba sus 200 goles con la elástica de la Cultural Deportiva Cebrereña. «Ahora la cuenta será de unos 250» calcula David Terleira. Quiere seguir metiendo goles. Siempre ha tenido una relación especial con la portería contraria. «Tengo cuerda para rato» avisa.Pero esos goles ya no los celebrará con la elástica del primer equipo culturalista. Porque quien ha sido referencia del equipo de El Mancho Ángel Sastre estos últimos años se marcha, deja el club. «He decidio que lo mejor es dar un paso a un lado» explica quien ha sido capitán del equipo en la última década. Sin embargo el último año, protagonizado por una grave lesión de rodilla, o lo acontecido en este verano tan convulso, en el que el club estuvo a las puertas de desaparecer, han terminador por 'romper' los lazos que le unían al club. «Ha sido una decisión dura». Se va. «Parece que me voy por una lesión pero no es así».
Era el mes de mayo de 2022 cuando el delantero sufría una grave lesión de rodilla. Desde entonces más de un año alejado de los terrenos de juego. Mucho tiempo que, además, ha ido alejando a todas las partes, según confiesa el jugador. «El trato creo que no ha sido el que merecía» comenta el delantero ante lo que ha vivido desde su punto de vista. «Me he sentido a un lado prácticamente desde la operación. Apenas me preguntaron durante la recuperación, ni un triste mensaje preguntando aunque no lo sintieran, ni bajar a ver cómo estaba entrenando... No han estado a mi lado en esos momentos duros. Uno se va dando cuenta de ciertas cosas. Desde fuera ves ciertas cosas que desde dentro quizás no percibes».
Cuando comenzó la temporada 2022-23 se le dijo que su ficha quedaba a su disposición. «Es cierto que nadie la ha ocupado» detalla. «La recuperación fue mejor de lo previsto. No me ponía una fecha de regreso pero sabía que podía llegar algunos minutos» valora ante un final de temporada en la que el equipo ya no se jugaba ya nada y en la que le hubiera gustado haber sumado algunos minutos, «haber recuperado sensaciones, haberme sentido de nuevo futbolista». Quiso utilizar esa ficha que quedó a su disposición, «sin embargo –según comenta– el entrenador me comunicó que no me iban a hacer ficha porque no lo veían adecuado».
A todo ello se sumó todo lo ocurrido en un verano convulso, con la dimisión de la directiva que presidía Ángel Sastre y la polémica por la falta de respaldo del Ayuntamiento de Cebreros que llevó a un 'enfrentamiento' dialéctico entre las partes. Un asunto en el que se vio 'envuelto' como responsable de la Escuela Municipal de Fútbol. «Cuando se meten con tu trabajo lo normal es que saltes». Recuerda que cuando la directiva saliente expuso los motivos a la plantilla, David Terleira mostró su rechazo. «Ni los compartía ni los comparto». Una reunión en la 'chocó' con algunos de sus compañeros, cuerpo técnico y directiva. «Me atacaron» explica. Defiende Terleira que «si sólo escuchas a caperucita, el lobo siempre es el malo. Creo que las cosas no son como ellos dicen» afirma en un asunto en el que le pidieron distanciarse. «Creo que más distanciado que yo no ha habido nadie».
Reconoce que podía haber seguido en el equipo, porque «todo menos la muerte tiene remedio» pero asume que tras aquella reunión y las cosa que se dijeron «¿cómo me iban a mirar en el vestuario mis compañeros cuando entrara o qué clase de confianza íbamos a tener entre todos cuando, para algunos, soy el malo de la película?Lo mejor es que de un paso a un lado y el club siga adelante. Nadie es imprescindible».