Orejitas o Esperanza. Aún no se sabe cuál será su nombre definitivo. Pero lo que sí se sabe ya es que ya ha nacido la primera cría de cabra guisandesa del proyecto que la Diputación Provincial de Ávila y la Asociación de Criadores de Caprino de Raza Verata (ACAPRI) tienen en marcha para preservar la raza.
El nacimiento tenía lugar a finales de febrero en Bohoyo, donde José Ignacio Romero Trillo, pastor y presidente de la entidad conservacionista, tiene los ejemplares de esta raza autóctona abulense amenazada con la desaparición. "Se trata de todo un hito para este proyecto de recuperación que estamos impulsando conjuntamente y del que estamos muy satisfechos porque significa el mantenimiento de nuestra biodiversidad a través de la puesta en valor de oficios ancestrales, sostenibles y propios", subraya el presidente de la Diputación, Carlos García.
Lo cierto es que hasta ahora no se había registrado ningún nacimiento en el rebaño de la Diputación, lo que convierte a la llegada de la pequeña cabra en un acontecimiento importante para la conservación de la raza guisandesa. "El rebaño se encuentra ubicado en la zona norte de Bohoyo, donde se lleva a cabo un manejo extensivo del pastoreo con el fin de prevenir incendios forestales y promover un desarrollo sostenible en la zona", explica el pastor.
Además, ACAPRI implementa programas educativos dirigidos tanto a niños como a adultos a fin de "concienciar sobre la importancia del mundo rural y fomentar un estilo de vida en armonía con el medio ambiente". En la Diputación y ACAPRI "trabajamos con compromiso por la protección del medio ambiente, el freno a la despoblación rural y el fomento de un desarrollo sostenible con visión a largo plazo", explica Carlos García. La intención de José Ignacio Romero es la de pastorear "un rebaño estable y próspero que no solo garantice la supervivencia de la cabra guisandesa, sino que también contribuya a la generación de empleo y a la revitalización de zonas rurales".
Recordamos que el convenio entre la Diputación y ACAPRI para la recuperación de la raza tiene una duración inicial de tres años, con posibilidad de renovación anual, lo que "pone de manifiesto ese compromiso a medio y largo plazo de todas las partes involucradas en este loable esfuerzo por preservar el patrimonio natural, socioeconómico y cultural de la provincia de Ávila", incide el presidente de la Diputación. Este proyecto de recuperación de la cabra guisandesa comenzó en mayo de 2023 gracias al impulso del Área de Desarrollo Rural de la Diputación, cuando Romero Trillo recibió un primer lote de cinco cabras provenientes del Centro de Recuperación de Razas Autóctonas de Castilla y León (OVIGEN), ubicado en Zamora. "El objetivo es garantizar la pureza genética de la raza mediante un exhaustivo estudio y la reproducción de todas las hembras del rebaño que asegure la calidad de los nuevos ejemplares", apunta. Ahora se espera la llegada de un tercer lote de nueve cabras que consolidará el compromiso con la preservación de esta emblemática raza autóctona de Ávila.