Las campanas de Arévalo sonaron como nunca este domingo gracias al I Encuentro de Campaneros, que finalizó con un concierto de campanas. Organizado por la Asociación La Queda, con el patrocinio del Ayuntamiento arevalense y con la colaboración de la Parroquia de Santo Domingo, Campaneros Villaltanos, Campaneros de Zamora, Campaneros de Galicia y Campanero de Madrid. A pesar del calor, se dieron cita allí campaneros de Zamora, Madrid, Galicia, Ávila, Palencia, Peñafiel, el fundidor de campanas Rivera de Montehermoso, y Arévalo. En la iglesia de Santa María se abrió la jornada con la presentación a cargo de la concejal de Cultura, Sonsoles Arroyo, en torno a la cultura de la campana y su repercusión en la vida de los pueblos y ciudades, que toma otra dimensión al ser declarados los toques manuales Bien Inmaterial por la Unesco. En la mesa redonda 'El mundo de las campanas en Arévalo y la provincia de Avila' intervinieron el cronista oficial de Arévalo Ricardo Guerra, con algunos aspectos históricos de las campanas en la ciudad; Luis Carlos López, campanero de Ávila, que trató del tema de asociación; y Daniel Sanz Platero, de la Universidad de Valladolid, que planteó el interés de estos encuentros como éste, siempre enriquecedores. Seguidamente se realizó una visita teatralizada guiada por Jorge Díaz y con los actores de la Asociación La Queda que recrearon algunas escenas de la infancia de Isabel en Arévalo.
Tras una comida de hermandad, siguieron las ponencias de Andrés Barreiro, que habló de las campanas de Santiago de Compostela; Luis Baldó hizo lo propio sobre las campanas de Madrid y de las normativas para una agrupación de campaneros. A continuación, intervino Gabriel Rivera por la parte de los fundidores, que disertó sobre las calidades de las fundiciones.
También tuvo lugar un momento entrañable en que los más pequeños actuaron tocando campanas en los dos campanarios portátiles que se habían instalado en la plaza de la Villa, los de las asociaciones de Zamora y los Villaltanos. Siguió una exhibición de toques tradicionales de toque manual por los campaneros asistentes, desde los dos campanarios portátiles y desde las torres de San Martín y Santa María, una apoteosis sonora de las numerosas campanas inundó la ciudad de estos sonidos ancestrales.
Para finalizar el acto, desde Santa María, torre en la que está la histórica Campana de la Queda que cumple ahora sus 301 años y que daba el histórico toque para cerrar las murallas, fue Fran Ramos, miembro de la asociación que precisamente lleva el nombre ese nombre y ha organizado este encuentro, quien dio las 100 campanadas en intervalos de a 10 que en un silencio respetuoso escuchó el numeroso público asistente, para finalizar con un largo y cerrado aplauso. Así finalizó este encuentro de campaneros.