El gris del cielo amenazaba lluvia, pero la Hermandad de Romanceros de Navaluenga salió a la calle poco después de las seis de la tarde, dispuesta a cumplir con una tradición que se remonta en el tiempo al menos doscientos años atrás: la procesión de Los Romances, una fiesta declarada de Interés Turístico Regional que este jueves congregó a 2.500 personas, cifra que llega a duplicarse al finalizar el recorrido procesional, cuando en la plaza del municipio el Ayuntamiento de Navaluenga invita a los presentes a un refrigerio. Este Jueves Santo se repartieron «6.000 bollitos y 250 litros de limonada», explicó Saturnino Herráez, secretario de la Hermandad de Romanceros.
Para entonces, las cerca de cien personas que entonaron durante la procesión «los trescientos versos que componen los catorce romances de Lope de Vega» ya tenían la garganta tocada, pero estaban satisfechas por haber podido completar el recorrido de ida y vuelta desde el templo parroquial hasta la ermita de la Merced sin parar de cantar, como manda la tradición navalongueña.
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