«Había necesidad de una residencia en la zona»

M.M.G.
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Rosa Figaredo - Residencia Mairim

«Había necesidad de una residencia en la zona» - Foto: A.N.

Rosa Figaredo se embarcó hace ahora doce años en una gran aventura: la puesta en marcha de una residencia de mayores en Crespos. «La verdad es que había necesidad en la zona.Encontré el nicho de mercado», comienza a recordar para este periódico los primeros compases de un negocio tan necesario en una zona en la que, por desgracia, escasean los niños y jóvenes y abundan las personas de más edad.

Además, Miriam quería regresar a su tierra. En aquella época, vivía en Madrid. Y quiso, junto a su marido y su hermana, acercarse a sus localidades de origen, Fontiveros yCollado de Contreras.

Así que se lanzaron a esa aventura de la que hablábamos al comienzo y regresaron a la Moraña. «La verdad es que era una idea que me atraía», reconoce Rosa, que compró el terreno para poder levantar su futura residencia y que, agradece, contó con la ayuda del Ayuntamiento para convertir ese terreno en dotacional. «La financiación fue complicada.Era una época de crisis», apunta otra de las barreras que debe superarse a la hora de abrir un negocio, y la contrapone a las ayudas que sí obtuvo. Porque a la ya mencionada del Consistorio se sumó la de la Asociación para el Desarrollo Rural Integral de la Moraña (Adrimo).

En la actualidad, Mairim aloja a 50 residentes mayores de 65 años, con diversas patologías y distintos grados de dependencia.Vecinos, sobre todo, de la zona. Aunque también gente llegada de Ávila e, incluso, Madrid. «El boca a boca funciona bien», recalca Rosa.

Entre autónomos y asalariados, son 30 las personas que en la actualidad trabajan en la residencia que encabeza Rosa. Trabajadores llegados de Madrigal, Arévalo, Peñaranda, Ávila,San Pedro delArroyo o Crespos. Así que, sin duda, Mairim es un potente motor económico y social en la zona. «La verdad es que se necesita mucho personal», asegura Rosa.