Recuperar los cascos históricos, avanzar en las nuevas tecnologías y lograr el equilibrio entre conservación y desarrollo son algunos de los retos de futuro para las 15 Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España, un selecto club que este domingo cumple 30 años y en el que Ávila se siente importante. El presidente del Grupo de Ciudades Patrimonio (GCPH) y alcalde de San Cristóbal de La Laguna, Luis Yeray Gutiérrez, señala que hoy en día «el principal reto sigue siendo combinar la conservación de nuestro patrimonio con las exigencias de la vida moderna. Nuestras ciudades no son museos ni organismos inertes que se mantienen inalterables. Están hechas para ser vividas y disfrutadas y deben seguir desarrollándose conforme a los tiempos», apunta, de ahí que «encontrar el equilibrio entre conservación y desarrollo es siempre un reto muy exigente».
El Grupo trata, además, de dar soluciones a los problemas comunes de sus ciudades, entre ellos «la gentrificación de los cascos históricos, la masificación turística o las dificultades para garantizar la plena accesibilidad de nuestros monumentos», los cuales «nos obligan a seguir reinventándonos a fin de garantizar la integridad de nuestro legado histórico».
En el marco del XXX aniversario del Grupo, que arrancó oficialmente ayer en Ávila, el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, también destaca como retos de futuro «la puesta en valor del patrimonio, la recuperación al máximo de nuestros cascos históricos y el avance de las nuevas tecnologías». «Los 15 ayuntamientos estamos haciendo un esfuerzo importante, junto con el Ministerio, para recuperar los cascos históricos y en Ávila, por ejemplo, tenemos tres millones para mejorar el entorno de nuestras calles, para que puedan ser peatonales y semipeatonales y puedan ser disfrutadas por vecinos y visitantes». Además, apuesta por avanzar en las NNTT porque, además de estar en las principales ferias, «también tenemos que estar en las redes sociales» para ayudar a impulsar la dimensión internacional de la promoción turística, uno de los ejes del Grupo.
Sobre el papel de Ávila, Sánchez Cabrera habla de «un referente» dentro de la asociación, como una de las fundadoras y sede permanente, pero también destacó que la ciudad «se ha beneficiado mucho» del Grupo en estos 30 años en distintas vertientes, entre ellas la de la promoción turística. «Como ciudad pequeña tenemos muy difícil promocionarnos en el extranjero y el Grupo permite que estemos en las principales ferias, en Berlín, Japón, Nueva York o Toronto». Además, el Grupo «permite poner en valor las distintas facetas de las Ciudades Patrimonio», desde su riqueza patrimonial a las tradiciones pasando por la naturaleza o la gastronomía, y «también nos beneficiamos de todos los hermanamientos que se realizan, de las experiencias de éxito en la gestión y del trabajo conjunto». «Todas las ciudades son importantes pero unidas somos más que nadie», señaló el alcalde, quien subrayó que se trata de un club selecto de los que hay muy pocos en el mundo y del que «todos nos enriquecemos», además, «sin partidismos», no en vano aunque las corporaciones vayan cambiando y sean de distintos partidos «el interés general está por encima del particular».
El presidente del GCPH, por su parte, reconoce el peso de Ávila y destaca que «cada una de las 15 ciudades enriquece el Grupo con sus singularidades y su experiencia». Sobre la agrupación apunta que «goza de una salud envidiable». «Son 30 años de trabajo en común en defensa de un patrimonio único que representa lo mejor de nuestro país» y «como Grupo tenemos una imagen muy bien valorada, tanto a la hora de la interlocución con otras administraciones, como en el plano internacional, donde tenemos acuerdos con entidades similares de diferentes países en materia de gestión y conservación patrimonial».
También reflexiona sobre la trayectoria. «En estos 30 años la sociedad ha cambiado mucho y nuestras ciudades con ella. En los primeros años del Grupo se hablaba sobre todo de la falta de oferta turística, la necesidad de protección de los cascos históricos en materia de conservación de fachadas y cubiertas, peatonalización, iluminación y señalética», cuestiones que «hoy están más que asumidas socialmente». Hoy «pensamos más en términos de accesibilidad, movilidad, sostenibilidad medioambiental o 'smart cities'», después de que haya sido necesario «hacer una labor de educación social para que la propia ciudadanía fuera consciente del privilegio, pero también de la responsabilidad, que supone vivir en una Ciudad Patrimonio», remarca el presidente.