Las catas en la Casa del Santero sacan a la luz restos tardorromanos

i. camarero jiménez / ávila
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El arqueólogo de la Junta de Castilla y León, Francisco Fabián data los restos en un arco de tiempo que va desde el siglo I hasta el siglo IV ya que no es posible afinar más al respecto

Casa del santero de Piedrahíta.

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Restos de un muro de la villa tardorromana.
Restos de un muro de la villa tardorromana. - Foto: Julián de la Lastra
Casa del santero de Piedrahíta.
Casa del santero de Piedrahíta.

A principios del siglo XX unas excavaciones en la zona a propósito de otra obra dieron con la existencia de mosaicos que ratificaban el carácter de villa del lugar: los actuales lo confirman.

Las excavaciones arqueológicas previas que precisaba la Casa del Santero de Piedrahíta antes de recuperarla como centro multiusos por parte de la parroquia han sacado a la luz algo que en parte se esperaba, parte de una villa tardorromana. Se intuía que podía estar ahí y así ha sido.  Durante las dos semanas que duraron las catas que se hicieron en el mes de junio aparecieron primero unas tégulas, luego restos de un muro y cuando ya estaban a punto de darlas por concluidas,  restos de un mosaico que venían a dar sentido a las iniciales sospechas. 
Aunque la obra es a iniciativa de la parroquia, que cuenta con su propio equipo de arqueólogos, pero en las excavaciones también han estado muy pendientes en la Junta de Castilla y León. Su arqueólogo Francisco Fabián contextualizaba esas obras asegurando«han tenido lugar como consecuencia de las obras de acondicionamiento de la llamada Casa del Santero, anexa a la ermita de la Vega, al Noroeste de Piedrahíta». Recuerda que este lugar fue una villa romana de época imperial de la que ya se tenía conocimiento por hallazgos antiguos. 
Su devenir histórico, como el de casi todas las villas, continúa «es culminar en un templo cristiano que con el tiempo se va modificando según las épocas. En este caso el que ha llegado a nuestros días puede datar del siglo XVII-XVIII, y posiblemente es el heredero de otro anterior de tiempo medieval, el cual sería a su vez heredero de otro visigodo, si es que las dependencias la propia villa no tomaron carácter de templo cristiano en si mismas, como puede ser otra de las posibilidades». En cuanto a la cronología concreta de los restos aparecidos y que serán conservados para poder visitarlos «no es posible afinarla más con los datos existentes que no sea en el arco cronológico que va desde el siglo I al IV». 
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