El próximo viernes comienza la XXXIII edición de los Juegos Olímpicos de la Era Moderna que, como todo el mundo sabe, se celebran en París. Lo que quizás menos personas sepan es que habrá un deportista un raíces abulenses compitiendo por llevarse la medalla en una disciplina poco conocida para el gran público.
Se trata del jinete de doma clásica Borja Carrascosa, nacido en Madrid aunque con orígenes en la provincia de Ávila. Su familia dirige la Yeguada 'Los Lirios' de Villafranca de la Sierra, el lugar donde Borja comenzó a apasionarse por los caballos y por este deporte desde que era muy pequeño. «Siempre he estado rodeado de caballos porque mis padres siempre los han criado. Empecé a montar siendo muy pequeño y llevo desde los 12-14 años practicando la doma clásica, desde que era un preadolescente», recuerda. Ahora reside en Alemania, donde llegó en el 2010 por razones deportivas. «Aquí es donde están los mejores profesionales, se crían los mejores caballos y donde se realizan los mejores concursos. Vine para continuar su formación», afirma. Algo lógico si tenemos en cuenta que la doma clásica es su vida y a lo que se dedica profesionalmente.
La doma clásica es una una de las disciplinas que conforman la equitación, un deporte muy poco arraigado en la sociedad. Es curioso que contando con unas licencias federativas similares a las del ciclismo (unas 70.000 en España), su visibilidad sea tan dispar. «Quizás sea porque es un deporte más complicado y difícil de entender. Si no se está bien informado, puedes estar un poco perdido», considera. De hecho, ve diferencias incluso entre la doma clásica y los concursos de saltos, tan tradicionales en Ávila. «Los saltos consisten en saltar las vallas sin tirarlas en un tiempo determinado. Es muy simple. Pero en la doma hay que estar muy bien formado para saber qué se está haciendo», afirma.
Borja cumplirá su sueño de participar en unos Juegos Olímpicos en París. En realidad, es su segunda experiencia olímpica (participó en los JJOO de Río en 2016 como reserva), pero estos son los primeros como deportista seleccionado. Competirá junto a su caballo Frizzantino FRH, un ejemplar muy joven (nueve años) que aún tiene mucho recorrido. «Para alcanzar la final necesitaría más tiempo de experiencia», cree Borja. Un bagaje que,puede alcanzar en los siguientes Juegos a los que Borja espera llegar y cumplir sus sueños de juventud.