Si hay algo que caracteriza a los miembros de los Cuerpos yFuerzas de Seguridad delEstado es su espíritu de ayuda.También de los que están en el camino para vestir en un futuro no muy lejano el uniforme azul de la Policía Nacional. Queda demostrado cada vez que los alumnos de la Escuela de Policía son convocados a alguna cita solidaria, como la que este domingo organizaba la Asociación de Enfermos yFamiliares de Alzheimer, Afávila, que les daba la bienvenida con su IIICarrera Solidaria con motivo del Día Mundial de esta patología.
Alrededor de 250 personas, en su inmensa mayoría alumnos del centro, quisieron tomar parte en una cita que, como explicaba Montse Cortés, presidenta de Afávila, se pretende consolidar en el calendario abulense de este tipo de eventos solidarios.
Jóvenes como Elena y Bárbara, originarias de Cuenca yCanarias respectivamente, y que coincidían en una cosa: la carrera era para ellas un acicate para poner su pequeño granito de arena en la investigación del Alzheimer, una enfermedad que Elena conoce en primera persona. «A mi abuela se la diagnosticaron hace dos años», compartía conDiario de Ávila la futura agente, que nos contaba también que si bien aún la enfermedad no está muy desarrollada en el caso de su abuela, es consciente de la importancia que asociaciones comoAfávila tienen en su cuidado.
No muy lejos de ellas nos encontramos con un grupo de corredores muy especial, el formado por Esther yRaúl y su pequeña hija Olivia, que con sólo nueve meses se convertía en la 'corredora' más joven de la marcha.
Esther es alumna de la Escuela y este año cuenta con el apoyo de su familia para sacar el curso. Y entre clase y clase, decidieron apuntarse a la marcha los tres juntos. «Hacemos partícipe a la niña de todo lo que hacemos», decía el orgulloso papá, contento también de poder colaborar «con una buena causa».
«La verdad es que estamos muy contentos con la respuesta de los alumnos», decía la presidenta de Afávila, cuyo perro, Coco, también estaba inscrito en la marcha. De hecho, era Luisa María, una alumna sevillana de la escuela la que animó a Montse a que participara. «Yo tuve un tío con Alzheimer, y eso parece que te anima más a participar», aseguraba la joven sevillana. A su lado, Mireia, alumna madrileña, nos hablaba de un vecino conAlzheimer que «se pierde mucho».
Y es que, al final, el Alzheimer es una enfermedad que a todos nos afecta de una u otra manera.De ahí la tremenda gratitud que las responsables de Afávila tenían este domingo no sólo con todos los que se sumaron a la carrera.También con los que el viernes acudieron a la cena benéfica: unas cien personas.
«Esta carrera nos da visibilidad», reflexionaba Montse, a la que le encantaría poder dar alguna charla a lo largo del curso en la Escuela Nacional de Policía.