El Centro Comercial Alcampo, situado en el sur de la capital abulense, dispone de entre toda su oferta, un espacio hostelero: la Cafetería Galilei. Abierta a la vez que el propio complejo, ha contado con diferentes propietarios hasta que, tras la pandemia, Mihaiela Balasoi se quedó con ello. Ella tenía experiencia previa en otros bares y restaurantes y, al ver la posibilidad de cumplir su sueño de ser propietaria de un negocio, se decidió a emprender esta nueva aventura. «Cada vez que venía a tomar café con mi marido le decía que me encantaba este local. Un día el anterior dueño me dijo que pensaba traspasarlo. Se quedó con mi número y me llamó para proponerme si quería quedarme con el negocio y acepté», explicó.
Una ilusión que ha durado cinco años, porque Mihaiela está pensando en traspasar el bar para emprender nuevos horizontes en Londres junto a su hermana. Por eso, busca compradores para que continúen con su negocio, a ser posible, antes del verano. Pero hasta que esa opción llegue, seguirá atendiendo a su clientela con el interés y la amabilidad que le caracterizan. Así fue como consiguió captar clientes después de un inicios algo duros.
Al ser un lugar de paso, el perfil de clientes es muy variado, entre los que se encuentra mucha gente mayor, algún turista (atraído por la gasolinera) y usuarios del espacio comercial. «Muchos clientes vuelven por ella. Tiene clientes fijos que vienen, exclusivamente, a verla», comentó su hija, que la ayuda con el negocio en las épocas de mayor ajetreo. Debido a sus características, las especialidades de la Cafetería Galilei son la comida rápida: platos combinados, hamburguesas y sandwiches. «Al principio tuve menú del día y contraté a un cocinero. Pero al ser una zona de paso, la gente me pedía este tipo de comidas», declaró Mihaiela. Su barra también cuenta con tapas y pinchos, entre los que destacan los bocatines y la tortilla, que se termina en un visto y no visto.
Los desayunos son otro de los atractivos de la Cafetería Galilei. Los cafés acompañados de tostadas de aceite y tomate triunfan entre sus usuarios que, a esa hora del día, son principalmente empleados del supermercado Alcampo. Y, para atraer a los más pequeños de la casa, disponen de un billar, una mesa de hockey infantil y diana para que estén entretenidos mientras sus padres disfrutar de una fría cerveza, un café, un cubata o lo que quieran. Además, también es un buen lugar para la organización de celebraciones familiares (cumpleaños, especialmente).
Mihaiela considera acabada su etapa al frente de la Cafetería Galilei. Ahora falta que la futura propiedad lo cuide y lo quiera, como mínimo, la mitad que su todavía propietaria.