«Escribir este libro me ha supuesto volver a emocionarme»

M.M.G.
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La periodista abulense Auxi Rueda publica su primer libro, 'Atrincherados: Una pandemia que nos cambió la vida', en el que presenta en formato de diario sus vivencias personales y profesionales durante el confinamiento

«Escribir este libro me ha supuesto volver a emocionarme» - Foto: David Castro

Escribir este libro me ha supuesto volver a emocionarme muchas veces». La que así habla es la periodista abulense Auxi Rueda, directora de Comunicación de la Diócesis de Ávila que se estrena ahora como escritora de la mano de 'Atrincherados: Una pandemia que nos cambió la vida' (Amazon).

Justo cinco años después de que el covid nos encerrara en casa y nos alterara nuestra manera de ver el mundo, Rueda ha plasmado en papel, en forma de diario, sus vivencias personales y profesionales durante una época muy dura. Y lo hace con la perspectiva que da el tiempo. «Me di cuenta de que no habíamos tenido tiempo para reflexionar serenamente de todo lo que pasó en 2020», comienza a hablar para Diario de Ávila la periodista, que siente que, además, éste puede ser un muy buen legado para sus dos hijas, que vivieron aquel momento con la inocencia de dos niñas pequeñas.

En aquellos días, Rueda comenzó una especia de diario personal en Instagram. 'Atrincherados' era su nombre. En el mismo, enriquecía sus imágenes con una pequeña reflexión. Y esos pensamientos, sumados a las conversaciones de whatasapp con compañeros de profesión a las que ahora ha vuelto, a las notas de prensa escritas o a sus reuniones de trabajo se han convertido en una obra «para nada novelada» y que es el reflejo de lo que ella vivió esos días.«Son mis vivencias personales, creo que compartidas con mucha gente», reconoce la periodista abulense, que tiene claro que todo aquel que lea el libro se verá, en algún momento, reflejado. Sobre todo en sus aspectos más domésticos. 

Pero 'Atrincherados' no es sólo el relato del día a día en casa de Rueda. Lejos de eso, entre sus páginas descubrimos cómo la Iglesia tuvo que reinventarse a la hora de comunicar y de mantenerse cercana a sus fieles. «Para los que trabajamos en la Iglesia fue un cambio brutal en nuestra manera de trabajo», reconoce la periodista, que habla de cómo fueron capaces de lograr esa cercanía con la gente. «Porque eso dependía de nosotros», recuerda.

De ahí que confiese que la nota de prensa más difícil que ha escrito en su vida fue en la que se informaba que los templos cerraban sus puertas. O que la enfermedad del entonces obispo, José MaríaGilTamayo, fuera una época de especial angustia y preocupación. «Fue un tiempo de sensaciones muy intensas. Lloré mucho», vuelve a emocionarse.