Francia, en el extranjero, y Madrid, desde el punto de vista nacional, son los principales lugares de los que proceden los visitantes de Ávila, según se desprende de la estadística elaborada por el Instituto Nacional de Estadística a través de la señalización de telefonía móvil correspondiente al mes de junio, coincidiendo con el inicio del verano.
Esta procedencia no es nada nueva y se viene manteniendo desde hace mucho tiempo y son mercados a los que hay que tener permanentemente atendidos para que sus ciudadanos sigan acudiendo a esta tierra como lo vienen haciendo. La cercanía de ambos lugares favorece el conocimiento que se tiene de la atractiva oferta cultural, patrimonial, natural, gastronómica que se puede encontrar en Ávila y también el desplazamiento, que se puede improvisar con mayor facilidad. Pero eso no debe ser motivo para conformarse con esta situación que se viene manteniendo desde hace mucho tiempo, y obliga a extender la difusión de esos atractivos a otros territorios que, aunque más alejados, también pueden reportar una importante cifra de visitantes para que uno de los sectores fundamentales para el desarrollo de esta provincia, como es el turístico, siga creciendo, en un mercado donde cada vez es más fuerte la competencia y exige ofrecer continuos alicientes para que el turista se acerque a conocer y a vivir nuevas experiencias.
Evidentemente, y dentro del territorio nacional, el potencial que presenta la Comunidad de Madrid difícilmente es equiparable a otras procedencias, pero Ávila debe buscar escaparates a lo largo y ancho del país para presentar las grandes posibilidades que se ofrecen para disfrutar de unos días de descanso en una provincia que cuenta con un patrimonio y unos espacios naturales de un valor excepcional.
La gran capacidad de crecimiento para el sector turístico debe de venir desde el extranjero, y ahí se está aprovechando la pertenencia al Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad de España para que el nombre de Ávila suene con fuerza en otros países. Bien es cierto que la competencia que encuentra en ese grupo, con destinos que tienen un largo recorrido de posicionamiento internacional, es muy fuerte, pero precisamente por eso se deben aprovechar esas sinergias que se establecen para que Ávila cada vez tenga una mayor presencia en estas rutas turísticas internacionales que se plantean por España con grupos que llegan del extranjero. Y ahí, de nuevo, su proximidad con Madrid, punto por el que muchos de esos grupos acceden a España a través de su Aeropuerto Adolfo Suárez, debería ser una baza que habría que jugar con mayor decisión. Pero eso obliga a ser innovadores y ambiciosos para que Ávila sepa abrirse un hueco entre esos destinos y exhiba una presencia atractiva que hagan que viaje internacional se desvíe por esta tierra más que como un simple punto de paso. El reto no es sencillo, pero los beneficios serían grandes.