Aportación de 15.000 euros para comprar aceite, harina o leche

E.Carretero
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El Ayuntamiento de Ávila renueva el convenio con el Banco de Alimentos dirigido a que la entidad social adquiera productos básicos que no llegan a través de las ayudas de Europa y que distribuye entre 6.100 familias con dificultades económicas

Aportación de 15.000 euros para comprar aceite, harina o leche

El Ayuntamiento de Ávila y el Banco de Alimentos han renovado el convenio de colaboración que ambas entidades mantienen desde hace ya varios años. Un convenio a través del cual el consistorio abulense aporta 15.000 euros para que el Banco de Alimentos pueda adquirir aquellos productos que no llegan a través de las entregas que recibe desde Europa. 

En concreto, esta aportación municipal servirá para que el Banco de Alimentos de Ávila adquiera aceite, leche, harina y azúcar, productos no incluidos entre los 61.000 kilos de alimentos correspondientes a la segunda fase del  programa europeo de ayuda a personas desfavorecidas que distribuye el Gobierno de España en todo el territorio nacional  a través de lotes de diferentes productos y que en esta segunda entrega no ha incluido estos productos que ahora el Banco de Alimentos de Ávila adquirirá gracias a esta aportación del Ayuntamiento de Ávila. 

El alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, destacó la importancia de esta colaboración dirigida a atender las «necesidades más urgentes que tiene el Banco de Alimentos, que realmente no son las necesidades del Banco de Alimentos, sino las necesidades de aquellos abulenses que no tienen recursos para poder acceder a una alimentación adecuada». 

Destacó igualmente Sánchez Cabrera la labor que, en colaboración con el Ayuntamiento y otras instituciones, realiza el Banco de Alimentos «para que la pobreza se pueda mitigar en nuestra ciudad y en nuestra provincia», apuntando así mismo que además de con esta aportación económica, el Ayuntamiento de Ávila, a través de Servicios Sociales, colabora con el Banco de Alimentos para poder ayudar a la distribución de esos alimentos y de cara a «poder ayudar a aquellas familias que más lo necesitan» para identificar necesidades que muchas veces no se ven a simple vista, «pero que están ahí». «Hay muchas personas que no quieren que se sepa la situación económica que están viviendo», reconoció al alcalde justo antes de apuntar que en este caso son los Servicios Sociales los encargados de detectar  esas necesidades y canalizar las mismas a través del Banco de Alimentos. 

También a la importancia de este convenio con el Ayuntamiento de Ávila se refirió el presidente del Banco de Alimentos de Ávila, Fernando Gutiérrez, que apuntó que esta aportación ayudará a adquirir aquellos alimentos que no han llegado en esta segunda fase. «De Europa no viene ni leche, ni aceite, ni azúcar, ni harina», afirmó para acto seguido explicar que es elGobierno de España el que se encarga de licitar los lotes de alimentos con los fondos que llegan para ello desde la Unión Europea y que en esta ocasión la adjudicación no ha incluido estos alimentos básicos en los hogares. «Parece ser que sobre el aceite y la leche han tenido problemas y no llegan a llegar a licitar porque o las empresas no tienen capacidad para administrar todos los litros que necesitan o bien porque el precio no llegaban a lo que les estaban ofreciendo», explicó Gutiérrez lo ocurrido. 

«El Banco por sí solo no tiene una economía suficiente», reconoció el presidente de esta entidad para referirse a la importancia de estos convenios que permiten atender a 6.100 familias de Ávila y provincia que se encuentran en situación de dificultad económica. Una cifra, apuntó Gutiérrez, que desde hace unos meses se ha incrementado, entre «un 10 y un 15  por ciento», en buena parte debido al aumento de precios y la inflación. «La economía está cada vez peor y estamos viendo que muchas familias se acercan a ayuntamientos y a parroquias y antes no lo hacían» porque «no les llega el salario, es que es imposible», explicó el presidente del Banco de Alimentos al hablar de una realidad cada vez más frecuente. «Lo que antes llegaban con el salario para cubrir las necesidades básicas de una familia, pues ahora no llegan», reconoció.