Grandes proyectos con pocos metros

E.Carretero
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La arquitecta e interiorista navera Beatriz Moral se ha especializado en el diseño y reforma de pisos pequeños en los que la falta de espacio no es obstáculo para crear hogares donde se pueda vivir a lo grande

Grandes proyectos con pocos metros

Beatriz Moral Grande nació y creció en  Las Navas del Marqués y  con 18 años se fue a Valladolid a estudiar Arquitectura. Lo hizo seguramente pensando en poder diseñar algún día grandes edificios, obras significativas y en tener a su disposición metros y metros de superficie en la que idear espacios amplios y funcionales. A día de hoy su reto se centra en todo lo contrario: en sacar el máximo partido al menor número de metros cuadrados. 

Su cambio de perspectiva en esto de la arquitectura llegó cuando, terminada la carrera, se fue a vivir a Madrid y alquiló un piso en el centro, eso sí, pero del tamaño de esas cocinas que al empezar la universidad ella diseñaba en su mente. «Vivía en una casa de 30 metros cuadrados, pero no era la única, muchos compañeros y amigos estaban en la misma situación», recuerda esta navera cómo se le encendió la bombilla que le llevó a dirigir su actividad al diseño de espacios pequeños. «En las grandes urbes existe una problemática con el tamaño de las viviendas», reconoce Beatriz al hablar de una situación que se da especialmente en el centro de las grandes ciudades donde las viviendas están «muy compartimentadas». 

«Vi que había una necesidad que había que abordar y que además va en incremento ya que la tendencia es que la gente se concentre en las ciudades», reconoce esta arquitecta que hace cuatro años montó un estudio de arquitectura e interiorismo (Beatriz Moral Estudio) que si bien aborda cualquier proyecto se ha centrado en  los espacios pequeños. 

Grandes proyectos con pocos metrosGrandes proyectos con pocos metros«El tamaño importa, pero el diseño aún más», asegura esta navera que desde que abrió su estudio realiza proyectos adaptados a las necesidades de las personas, en este caso de quienes van a vivir en esas casas donde los metros no sobran pero donde ella hace que se cumplan sueños. Y es que, reconoce, «por muy pequeña que sea la vivienda todos necesitamos que nuestra casa, con independencia de los metros que tenga, cubra todas nuestras necesidades». 

Puertas correderas, espacios acristalados, muebles mutifuncionales y a medida para no desaprovechar ningún centímetro y otros muchos recursos son habituales en los proyectos de diseño de Beatriz Moral Estudio que logran que la falta de metros no sea hándicap para crear hogares y cubrir las necesidades de quienes viven en ellos. 

Cuando el espacio es tan reducido uno de los principales problemas es poder guardar todo lo que tenemos por eso en  los proyectos de Beatriz Moral Estudio «dar solución a las necesidades de almacenaje es uno de los puntos capitales de cualquier proyecto». Y es que, reconoce esta interiorista, contar con espacios suficientes para guardar todo lo que se tiene en una casa «nos da orden».

«Para cualquiera de nosotros nuestra casa es nuestro pequeño refugio», reconoce esta navera que en sus proyectos para viviendas pequeñas apuesta por espacios diáfanos y por la hiperfuncionalidad. «Todo tiene que ser utilizable y servir», dice esta arquitecta al hablar de una premisa en sus proyectos donde sin embargo no se renuncia «ni a la estética ni a la decoración». 

«El problema no es que tengamos muchas o pocas cosas es no saber donde guardarlas», dice Beatriz que explica que el error casi siempre suele ser tener muchos pequeños muebles que no terminan de dar solución al problema de almacenaje y que hacen que la vivienda parezca abarrotada de cosas. Por eso, en sus proyectos, se diseñan espacios de almacenaje en cualquier lugar y para distintos usos. «La gente nos dice que les sobra espacio, que es algo que nunca pensaron que les pudiera pasar en una vivienda tan pequeña», asegura esta arquitecta que diseña hogares «para el presente y también para el futuro» de modo que sus proyectos siempre incluyen espacios flexibles para que, llegado el caso, la vivienda pueda dar respuesta a otros usos o necesidades, como la llegada de un hijo, sin necesidad de reforma.