Ayer, el Real Ávila cumplió 101 años de vida. Por tanto, ayer se puso fin al año del centenario encarnado, que siempre será recordado como el del ascenso a Segunda RFEF. Sin embargo, desde la entidad no organizaron ningún evento especial como colofón a tan especial conmemoración. A través de sus redes oficiales, el club animó a los socios a acudir al Adolfo Suárez «para recordar los mejores momentos». Sin embargo, la convocatoria solo reunió a escasas diez personas a las 17,30 horas, mal horario a estas alturas del verano. Un colofón muy descafeinado.  

Durante los 364 días anteriores, aunque pocos, sí que hubo algún evento especial por los 100 años. El 8 de octubre de 2023, día de tal excepcional cumpleaños, aglutinó un gran programa de actos. Para empezar, se realizó la tradicional ofrenda floral a la Virgen de Sonsoles, a quien desearon «protección» para la temporada. Una protección que se transformó en fortuna. Ese mismo día, el Real Ávila disputó un partido contra el otro equipo de la ciudad, el Colegios Diocesanos, que acabó 2-2. En los prolegómenos se presentó la camiseta del centenario y del nuevo himno, interpretado por el grupo abulense Ars Amandi. Días antes se disputó en el Adolfo Suárez un Leganés-Valladolid, equipos de Segunda División.

Pero, durante el resto del año, apenas hubo más actos. Los jugadores encarnados, encabezados por el capitán Andrés Llorián, dieron el pregón de las fiestas de Santa Teresa y, en la previa del encuentro ante el Almazán, los 30 socios más antiguos recibieron su merecido homenaje por tantos años de fidelidad al club encarnado. 

Y ahí se acabaron los homenajes. También hubo otros actos (publicación de libros, exposiciones) que sirvieron de complementos del cumpleaños del club más representativo de Ávila. Eso sí, el gran recuerdo que quedará será el apoteósico ascenso. Ese fue el gran acto del centenario.