Jesús Guil Redondo

Más menos

Jesús Guil Redondo


Más Estado de derecho, democrático y social y menos Puigdemont

07/05/2024

España es hoy por hoy un estado de Derecho, democrático y social, logrado tras la muerte de Franco y con una transición política efectuada por la sociedad española con el querido abulense Adolfo Suarez a la cabeza. Y que fue alabada y seguida como modelo a nivel internacional. Y así se refleja en nuestra Constitución. Pero me temo que tenemos poco de derecho, poco de democrático y poco de social. O por lo menos no lo suficiente de lo que teníamos que tener y como no, aspirar.

Derecho: Un estado no puede ser democrático y social si primero no lo es de derecho. Y actualmente  nos falta mucho de derecho. No somos capaces de renovar el Consejo General del Poder Judicial. Y tenemos que recurrir  a las autoridades europeas para que nos hagan de árbitros mediadores. En un principio la Constitución con una clara intención de primar la separación de poderes estableció que los 20 miembros del CGPJ fuesen elegidos 4 por el Senado, 4 por el Congreso y los 12 restantes por los propios jueces y magistrados en ejercicio, libre y secretamente. Pero la ley de 1980 ya rebajo dicha separación de poderes y lo dejo en mitad para el Congreso y Senado y mitad para los magistrados. Los juristas y no las asociaciones judiciales que funcionan como terminales de los partidos políticos. La Asociación Profesional de la Magistratura es una especie de terminal del PP y Jueces para la Democracia lo es del PSOE. Y así quedan más de 80 plazas de jueces sin asignar. Está buena la Justicia, con su colapso y atasco en los procesos. De ahí las justas reclamaciones de jueces, fiscales, abogados y funcionarios judiciales. De especial gravedad es el sesgo que ha adoptado el Tribunal Constitucional, y más aun con su presidente Conde Pumpido a la cabeza. Y todo ello con la clara intención de que la inconstitucional Ley de Amnistía acabe siendo constitucional, lo que supone el desastre del Estado de derecho. Lo de la Fiscalía resulta cuando menos curioso. Una ex ministra de justicia del PSOE es nombrada Fiscal General del Estado y cuando tiene que dejar su puesto nombra a su mano derecha, el actual Fiscal General, quien en agradecimiento y gratitud la nombra a ella tribunal de sala. Lo que ha sido revocado por los tribunales. El colmo.

Democrático. En España hay poco de  democracia y mucho de partitocracia (democracia de los partidos). No tenemos listas abiertas ni desbloqueadas. Hay una tendencia actual que prima el criterio democrático y se olvida de su sujeción al derecho. Se piensa que los votos lo permiten todo y quien gana unas elecciones, sobre todo si se proclaman progresistas, tiene patente de corso para actuar y gobernar sin cortapisa alguna. Hay que recordarles que los gobiernos, por muy democráticamente que hayan sido elegidos, están obligados a funcionar de acuerdo con las leyes y la Constitución. Pues sin ello podemos caer en la dictadura de los votos.

Social. Como va a ser social cuando los ciudadanos españoles NO somos todos iguales. Los catalanes y los vascos son más ciudadanos. Viven en las dos regiones más ricas de España y unas de las más ricas de Europa. La solidaridad interregional es algo que desde el inicio de la democracia desapareció. Unos obtienen más competencias y con ello más dinero que otros. Mucho tenemos que mejorar y avanzar pero el sanchopopulismo va en la dirección contraria.