Pilar Cernuda

CRÓNICA PERSONAL

Pilar Cernuda

Periodista y escritora. Analista política


Patético día de la Constitución

07/12/2024

Día de la Constitución en el Congreso de los Diputados. Día que de ningún modo pasará a la historia por una reivindicación a la Carta Magna ni por entusiasmo de los diputados a su homenaje.

Cinco presidentes de gobiernos regionales, de los que cuatro eran del PP y solo Salvador Illa salvó al PSOE de la vergüenza por las ausencias; huida de Vox con un argumento absurdo, ni siquiera se tomaron la molestia de preparar una frase creíble que justificara el plantón a una Constitución que dicen defender. Y huida también, ya habitual, de la casi totalidad de los socios del gobierno, que se tomaron puente y además quisieron hacer patente su escasa simpatía hacia una Constitución a la que dan palos todos los días.

A Pedro Sánchez se le llenó la boca hablando de los grandes avances que se ha hecho durante su legislatura en favor de la igualdad y los derechos constitucionales, pero por contentar a sus socios ha abundado en la desigualdad entre las comunidades autonómicas en función de la necesidad del apoyo de sus diputados, ha procedido a ocupar con afines las instituciones del Estado poniendo fin a su obligada independencia, se toma la aplicación de las competencias autonómicas según convenga y, asunto absolutamente contrario a lo que dice la Constitución, ha vetado que decisiones aprobadas por el Senado que le resultan incómodas, sean debatidas en el Congreso.

La exministra Montero y, sobre el papel, líder de Podemos, aunque no manda ella, sino el binomio Iglesias-Montero, fue la más sincera al expresar que "el régimen del 78 -el constitucional- ya no existe". Infinidad de españoles piensan que ese objetivo se lo plantean algunos de los miembros del gobierno y el propio presidente, visto el destrozo que ha hecho al texto constitucional. Desde la ya mencionada creciente desigualdad de los ciudadanos en función de dónde residan, siguiendo por el escaso respeto a la Corona y promoviendo iniciativas exigidas por partidos que hacen alarde permanente de acabar con España y su Constitución. Quieren romperla, independizarse de ella … pero sin perder los beneficios de pertenecer a un país con una Constitución que protege a todos sus ciudadanos, sean de la ideología que sea, incluidos aquellos que solo quieren ser españoles a la hora de repartir beneficios, tener derechos y recibir prestaciones sociales de altísimo coste económico.

Cuesta decirlo, pero en España hay escasa cultura constitucional. Mientras la casi totalidad de los países democráticos se sienten orgullosos de su Carta Magna y se afanan en cumplir sus preceptos, homenajean sus símbolos y se emocionan con su bandera y su himno, en España son pocos los que guardan ese sentimiento. Y además se sienten fortalecidos en su frialdad cuando les gobiernan personas que hacen alarde de distanciamiento hacia la Constitución, cuando no de rechazo absoluto.

El día de la Constitución, las declaraciones grandilocuentes de algunos personajes públicos hacen pensar en que vivimos en el reino de la hipocresía.