Antonio Casado

CRÓNICA PERSONAL

Antonio Casado

Periodista especializado en información política y parlamentaria


Bulos 'Moncloa'

11/01/2025

Ha nacido la Internacional del bulo en torno a la figura de Elon Musk, ese nuevo rey midas que convierte en oro todo lo que toca. Sentado a la derecha de Donald Trump se ofrece, junto a Mark Zuckerberg (Meta), como precursor de la barra libre en nombre de la libertad de expresión. Algo así como la ley de la selva en las redes sociales, con el algoritmo sesgado en dos direcciones. Por un lado, al servicio de la ultraderecha. Y por otro, trato deferente a las inversiones publicitarias de las grandes compañías en espacios digitales controlados por los dos citados tiburones: Facebook, Instagram y, por supuesto, la red de la que el amigo de Trump es dueño y señor (X, antes Twitter).

En este punto ha sido inevitable releer un artículo de la profesora Marina Pérez de Arcos, doctora en Relaciones Internacionales por la Universidad de Oxford (El Mundo, 22 octubre 2024), donde se glosaba la figura de Diego Rubio, el nuevo jefe del gabinete del presidente del Gobierno. Se sabe que culminó su expediente académico con una tesis doctoral (2016, Departamento de Lenguas de la Universidad de Oxford) que defiende la conveniencia del engaño en el campo de las relaciones políticas y considera éticamente aceptable el uso de la "prevaricación, la fabricación de hechos, la impostura, la tergiversación y la fabricación de bulos" que pueden y deben utilizarse en la conquista o la conservación del poder.

Es la luz que alumbra a los teólogos de la Moncloa. Así se entiende mejor por qué Sánchez se embarca en extravagantes proyectos. Por ejemplo, celebrar la muerte de Franco como averiado despertador frente a los nuevos dictadores. O encubrir su escandalosa falta de credibilidad con los no menos averiados mantras de que hay una conjura de jueces y periodistas para destruirle, que la economía va como un cohete, que hay Gobierno para rato y que en 2027 la derecha-ultraderecha de Núñez Feijóo volverá a morder el polvo en las urnas.

Todo eso viene envuelto en una cruzada contra los enemigos de la democracia, cuyas posiciones casualmente coinciden con el discurso del adversario o de quienes ejercen su derecho a la discrepancia en un régimen de opinión pública. De ahí su operación legal de limpieza en nombre de la "regeneración". El punto de partida es que la política nacional ha sido confiscada por difusores de bulos y fabricantes de fango a los que hay que reeducar para que, por ejemplo, dejen de utilizar los recortes de prensa para echar a los jueces encima del Gobierno.

Reparen ustedes en el papel del jefe de gabinete del presidente, ese Diego Rubio al que Sánchez conoció en Oxford en mayo de 2018, poco antes de presentar la moción de censura contra Rajoy.

¿Y esos planes regeneradores se inspiran en un promotor de la ética de los bulos? Como lo oyen.