El pasado miércoles, día 19, se cumplieron diez años del ascenso al Trono del Rey Felipe VI. Una década en la que el Monarca ha sido testigo de una España marcada por importantes desafíos políticos, sociales y económicos y ha trabajado para fortalecer la imagen de la monarquía y mantener la estabilidad del país en medio de una serie de crisis.

Felipe VI asumió la Corona en un momento de notable perturbación política. Su padre, el rey Juan Carlos I, abdicó, diecisiete días antes, en medio de polémicas relacionadas con escándalos financieros, amantes y de caza que mermaron la confianza pública en la monarquía. El nuevo Rey heredó un país polarizado, enfrentado a una crisis económica prolongada, así como a los crecientes movimientos independentistas, sobre todo catalanes.

Este fue uno de los mayores desafíos al que plantó cara Felipe VI ante el referéndum ilegal para la independencia de Cataluña del 1 de octubre de 2017. Dos días después, en un discurso televisado, El Rey denunció que los políticos independentistas habían "pretendido quebrar la unidad de España y la soberanía nacional, que es el derecho de todos los españoles a decidir democráticamente su vida en común" alertando del riesgo que suponía "su conducta irresponsable" para la estabilidad económica y social de Cataluña y conjunto de España. Insistió, una vez más, en el sólido compromiso de La Corona con la Constitución y con la democracia, a la vez que su compromiso como Rey con la unidad y la permanencia de España. Este firme posicionamiento fue aclamado por millones de españoles, pero también generó críticas.

El reinado de Felipe VI ha estado afectado por desafíos económicos significativos, incluyendo altas tasas de desempleo y la recuperación de la crisis financiera de 2008. Ante la pandemia del COVID-19, que se llevó la vida de tantas personas y tuvo un impacto devastador en la economía española. Felipe VI promovió la unidad y la solidaridad en sus discursos, haciendo hincapié en la necesidad de superar las dificultades colectivamente.

En el ámbito internacional, a pesar de las trabas que le pone el Gobierno, Felipe VI ha trabajado y trabaja para fortalecer la posición de España en la Unión Europea y en el mundo. Mantiene relaciones diplomáticas con diversos países y apoya, junto a la Reina Letizia, iniciativas de cooperación internacional.

En un esfuerzo por distanciarse de las controversias de su padre, Juan Carlos I, Felipe VI adoptó una serie de medidas de transparencia y austeridad. Renunció a la herencia personal de su progenitor y retiró el título de duquesa de Palma a su hermana, la infanta Cristina, tras su implicación en un caso de corrupción. Acciones con intentos de restaurar la confianza pública en la monarquía y asegurar su relevancia en el siglo XXI.

Diez años después de su ascenso al trono, Felipe VI ha navegado por un reinado lleno de desafíos complejos. Su liderazgo ha sido fundamental para enfrentar crisis internas y externas, y su esfuerzo por modernizar la monarquía ha sido clave para mantener su relevancia. Aunque el futuro siempre es incierto, Felipe VI ha demostrado una firmeza y una dedicación que continúan siendo esenciales para la estabilidad y la cohesión de España. La próxima década seguramente traerá nuevos retos, pero también oportunidades para que la monarquía evolucione y se fortalezca aún más bajo su reinado.

Diez años en los que "el servicio, el compromiso y el deber" han sido los pilares de su cumplimiento como Rey y el lema elegido por El para este aniversario.

Desde esta Azotea, ¡Felicidades, Felipe VI!