Ignoro, por desconocimiento y alergia al juego, cómo se hace eso de las apuestas múltiples, pero imagino que algo así: 
Nos decían antes del Barça-Bayern que se enfrentaban los dos mejores goleadores de Europa. Lewandowski sumaba 14 tantos (uno cada 69 minutos) y Harry Kane había llegado hasta 13 (uno cada 62), así que era lógico que ambos marcasen. Le 'metemos'. Y claro, resulta que llegan hasta los 15 y hasta los 14, uno por cabeza, los muy bestias. Maravillosa gente predecible… 
¿Y si le 'metemos' también a que marca Haaland? Es una apuesta fija como que el sol 'nace' en Oriente, una abuela jamás te verá gordo y Morata caerá en fuera de juego (cuenta la leyenda que una vez le pitaron uno cuando era suplente en el banquillo). Combinemos a los dos primeros y añadamos a Haaland, ese tipo capaz de cazar un taconazo a dos metros de altura y llegar a 44 dianas en apenas 42 partidos de Champions (Cristiano, el máximo realizador de la competición, necesitó exactamente el doble, 84, para alcanzar esa cifra). 
'Los del gol' son tipos infalibles en las grandes ocasiones. Así que terminemos la múltiple con un cuarto nombre: esta jornada también marcará Mbappé. Y ves que el Madrid ha logrado cinco y das por hecho que Kylian, que lleva haciendo goles en la Copa de Europa desde que echó los dientes (49 desde 2017, 76 partidos), ha 'mojado'. Pero no. Y mientras rompes el boleto de la apuesta buscas explicaciones, y piensas en que aún no ha encontrado su sitio en un equipo que ya tiene a Vinícius, el jugador más desequilibrante del mundo. ¿Le hacía falta Mbappé al Real Madrid? Es tu último pensamiento antes del siguiente: «En la próxima, le 'meto' a 'Vini'». Y marcará Mbappé. Murphy (y su ley) es de los que tampoco falla.