Los vecinos de la zona sur de Ávila estamos hartos de sufrir una brutal discriminación por razón de vecindad, evidente desde hace siglos, seguramente milenios, y que hasta ahora ha estado oculta por imposición de las fuerzas coercitivas municipales, provinciales y regionales que niegan nuestros sacrosantos y siempre pisoteados hechos diferenciales.
Los vecinos de la zona centro nos roban, y los de la zona norte, y los de la zona este, y los de la zona sur también…. ¡no, perdón, estos no, que somos nosotros!, y no dejan de manipular la historia para empequeñecernos y seguir robándonos. Nos engañan diciendo que santa Teresa fue bautizada en la iglesia de San Juan cuando en realidad recibió el bautismo en la iglesia de San José Obrero, un templo del que también quieren ocultar que es el más antiguo de la capital, tal y como demuestran su evidente estilo románico primitivo con alguna influencia visigoda.
También la Muralla ocupó cuando fue construida el solar de la zona sur, pero una noche en la que nuestros gloriosos antepasados se fueron a defender a esta pequeña nacionalidad allende el río Chico, nuestros taimados enemigos aprovecharon el vacío y se la llevaron a donde ahora está, y por más que hemos reivindicado la vuelta a su lugar natural nunca nos han hecho caso, una muestra más de que estamos marginados.
Me presentaré a las próximas elecciones municipales, y cuando salga elegido prometo, y lo digo con una mano en el corazón y la otra en la cartera, que haré todo lo corrupto, perdón, quería decir todo lo correcto, para ser la única voz con derecho a hablar porque yo lo diga y el resto lo permita, que lo de tener razón ya es otra cosa.
Y si no nos hacen caso, vamos a crear un comando, o un comiendo, y vamos a empezar a cobrar por utilizar nuestras escaleras mecánicas, que nuestras son, a quienes no sean sureños. ¡Que se chinchen!
Regardez la jilipolluá, que dirían Tip y Coll y un aprendiz de francés con un par de cervezas de más o de menos, regardez y reflexionez, que esa misma evidencia de sandez manipuladora se ha puesto en marcha en otros lugares no muy cercanos, y ha triunfado. Y no es tanto culpa de quien perpetra la atrocidad, que sinvergüenzas ha habido siempre, como de quienes la consienten, que memos los ha habido también a patadas.