Carolina Ares

Escrito a tiza

Carolina Ares


Un poco de impresionismo para el atardecer del año

30/11/2024

El cielo se desdibuja, se nubla y se recrea. El azul, torna gris cuando la bola de fuego tiñe de naranja el firmamento con la misma lentitud que la barca se acerca al horizonte lleno de buques. Por un momento, parece que va a seguir el reflejo del sol en el mar, donde unas olas pequeñas le alborotan. Así empieza todo. Louis Leroy ve este cuadro de Monet y con desdén decide llamarle a él y a todos sus compañeros de exposición impresionistas, por el título del cuadro: "Impresión: Sol Naciente". Estamos en el año 1872 y mientras el sol de Monet se eleva en el firmamento, acaba la primera vanguardia, que cambió los temas pictóricos e hizo que los paisajes o los elementos cotidianos pasasen de artesanía al arte, y empieza la segunda, la que está llamada a revolucionar el mundo de la técnica.
Llega la luz. Como obsesión, como único objetivo. Solo eso, luz. En una mirada, en una sonrisa, a cualquier hora del día, sobre el agua, en la nieve, en una estación de tren. La luz del otoño y la de la primavera. Tamizada a través de un árbol, reflejada en un molino o sobre el almiar. 
Colores puros para el contraste cromático dónde radica el juego de las sombras. Nada de negro y apenas banco. Mil colores para uno solo, para reflejar, para jugar. Los pigmentos al servicio de un baile que no cesa, igual que no se detiene la luz. El placer de divertirse con la fugacidad, que cambia en un momento, que es previsible pero siempre puede sorprenderte, recrearse en lo que dura apenas un instante. 
Campos de amapolas, niñas al piano, sombrillas para ocultar lo que hacemos visible.
Pinceladas tan cortas como el propio momento, pequeñas, erráticas, no siempre definidas y solo unidas dan sentido al conjunto. Impresión en su máxima expresión. Iluminación sobre forma. Todo lo que no es luz pasa a un segundo plano, solo la luminosidad como guía, como sueño, como forma de vida.
Naturaleza en estado puro e incluso edificios barridos por el sol, acantilados reflejados en al agua, cielos rojos, que arden, que se queman.    
Discusiones: los impresionistas son los que son, pero ¿lo son realmente? ¿captan el instante de la luz? ¿consiguen el efecto soñado? Y… ¿qué es la luz? ¿cuál es su significado? ¿y su importancia? ¿por qué hablamos solo de luz, si la sombra es igual de importante?
En dos salas ovaladas avanza el día sobre un estanque. En él baila la luz y cambia según avanza la jornada. Sobre el agua duermen los nenúfares, se despiertan, disfrutan del día para volver a cerrar el círculo. Las ramas de los sauces se mecen y flotan. El agua destella en dorados, morados, rosas y azules. Cambian los colores mientras descansan en el centro de París, regalo de paz en tiempos de guerra para serenar el espíritu en los tiempos difíciles. Aunque solo sea por un instante. Apenas una impresión. Pero solo basta un momento para que llegue la luz.