"Tengo irreprimibles ganas
—y dello más no me aguanto—
de darme un placer enorme
y de darme el gran gustazo
de ganar a don Fe y ¡Jó!
y producir el sorpasso.
¡Jó, qué ganas tengo yo
de ganar a los del fango!
Estoy seguro de hacerlo,
pues lo predijo Tez Anos,
el mejor encuestador
que pronostica sin fallo,
aunque al probe lo critiquen
y no le hagan ni caso…"
Así se las prometía
don Pedro I el Magno,
el presi más resiliente
que la historia nos ha dado,
que miente más que Pinocho
hasta cuando está callado.
Mas se frustró su ilusión
este 40 de mayo
cuando, para ir a Bruselas
los ciudadanos votaron
y diéronle calabazas
a Pedro el Ilusionado.
Esos comicios de Uropa
dejaron bastante claro
que unos subieron p´arriba
y otros bajaron p´abajo.
Los que, pobrillos, sufrieron
el más grande batacazo,
fueron esos de SUMAR
que, más que hacer de sumandos,
son famosos sustraendos
que en vez de sumar restaron.
¡Ay, Yolanda, qué desastre!
¡Vaya chupa que te han dado! .
¡Hasta el 40 de mayo
no debes quitarte el sayo!
Por contra, su amiga Irene,
la pareja de don Pablo,
sacó el ticket para Uropa
y fue a su Súper Mercado.
Y Yolanda, pobrecilla,
aunque sigue con su cargo
de vice de este gobierno
que sigue desgobernando,
—cargo al que, cual clavo ardiendo
ella se sigue amarrando—,
presenta la dimisión
de jefa de los SUMANDOS,
pronunciando entre sonrisas
estos agudos palabros:
—"Culpa es de los españoles,
que mal, muy mal han votado,
quesque… la miel no está hecha
para la boca del asno.
Me marcho, pero me quedo.
Me quedo, pero me marcho…
¿Te vas, Yolanda, o te quedas?
Yolanda, ¡ay! ¿en qué quedamos?
Aclárate, por favor,
que nos tienes intrigados.
¡No nos tengas tan en ascuas!
¡Anda, Yolanda! ¿Hasta cuándo?
Mientras Yoli se lo piensa,
una tal Dolors del Gado
saca para su partido
veintidós parlamentarios
que se piran a Bruselas
a administrarnos los cuartos
que nos prestan en Uropa
para d´ellos ir tirando…
Y el novato don Alvise
—vaya nombrecito raro—
sin subvenciones ni gaitas,
en las redes enredando,
dice: —¡Se Acabó La Fiesta!
y saca tres diputados,
mientras Requiestcat In Pace,
en latín y en castellano,
ponen de nuevo en la tumba
de los pobres Ciudadanos.
Los Pisdemones y Esquerros
y republicanos varios,
continúan dando la lata
y siguen amenazando
con traer la independencia
y apartarse del Estado
pregonando: —¡Aquesta Hispania,
cullons, nos sigue robando!
Y los de la fachosfera
de Vox, siguen VOXeando
y, aunque solo tenían tres,
sacan el doble de escaños.
Y el creyente don Fe y ¡Jo!,
expresidente galaico,
celebra con buen marisco
otro triunfo muy sonado
y dice muy orgulloso
al Pedro y sus allegados:
—Don Pedrito, el gusto es mío.
Yo sí que me di el gustazo
de ganarlo a usté en las urnas…
¡Y con esta ya van cuatro!
Aquí termina la historia
de ese capricho frustrado,
pues quedose con las ganas
don Pedro I el Magno
de ganar a don Fe y ¡Jo!
y hundirlo más en el fango,
en los comicios de Uropa
aquel 40 de mayo.