Sonsoles Sánchez-Reyes

A otra luz

Sonsoles Sánchez-Reyes


El convento de Tiñosillos (y II)

27/04/2024

La decadencia del Convento de Nuestra Señora de los Ángeles de Tiñosillos empezó el día en que su principal impulsor, el obispo de Ávila Ciriaco María Sancha y Hervás, se marchaba como obispo a la Diócesis de Madrid, que no sería Archidiócesis hasta 1964.

Pronto, las monjas comienzan a percibir desatención de las instituciones diocesanas abulenses: apenas las visitan, los capellanes no llegan a decirles misa todos los días de precepto, y las confesiones se distancian. La comunidad valora trasladarse, y un sacerdote navarro, familiar de una de las monjas, les encuentra otro destino. El 16 de octubre de 1913 cinco hermanas, con la madre Justa Larrea Urquijo como abadesa al frente, salen de Tiñosillos hacia la Granja de Alloz, en Navarra, para prepararla y que pudiera ir más tarde el resto de la congregación religiosa, que en ese momento estaba compuesta por 30 hermanas. La mudanza de la comunidad entera se produjo un año después, el 3 de octubre de 1914. Habían permanecido en Tiñosillos justo 30 años. A día de hoy, las monjas trapenses continúan residiendo en la localidad navarra.

El Convento de Tiñosillos fue vendido y pasó a manos privadas. Pero a mediados del siglo pasado fue abandonado, comenzando su deterioro.

Tras su paso por la Diócesis de Madrid-Alcalá, en 1892 Ciriaco María Sancha fue nombrado por León XIII arzobispo de Valencia, y en 1894 recibió el capelo cardenalicio. En 1898 se le designó arzobispo primado de Toledo, ciudad en la que falleció el 25 de febrero de 1909, día en que se celebra su fiesta canónica tras su beatificación.

Por su deseo, fue sepultado en la nave de la catedral de Toledo, frente a la puerta de la capilla de San Pedro. En la lápida de bronce, las palabras: "vivió pobre y murió paupérrimo". Muchos toledanos ponían flores sobre ella. Al elevarse a los altares en 2009, sus restos fueron trasladados a una urna de plata bajo la mesa del altar de la capilla.

Mientras tanto, de su fundación en Tiñosillos solo quedan unas paredes de adobe, restos de celdas y la espadaña. La campana se conserva en la iglesia de Nuestra Señora del Rosario de Tiñosillos.