Entre las muchas teorías locas sobre «¿A qué velocidad 'real' te multan en autopista?», la más extendida -no sé si real- está en la picaresca de añadir al 120 de máxima permitida el 10% (o sea, 12 más) de margen de error de los cinemómetros incorporados a los radares. «A 132 no te pueden multar», dice el 'cuñao'.

¿Cuál es el margen de error en la medición de un fuera de juego en el VAR? Nadie nos la ha dicho. Si dicen «nula», mienten. Será un programa informático, pero estará diseñado por un hombre y aplicado por otro, el operario que corta el césped en Mendizorroza no es el mismo que lo corta en Los Cármenes y las líneas pueden no ser exactamente perpendiculares a la cal de banda, la propia cámara de 'vigilancia' del VAR no se sitúa en el mismo punto en Balaídos que en el Martínez Valero, tal vez la imagen se ha congelado dos o cuatro décimas del golpeo exacto del último pasador… Teniendo en cuenta todas estas variables, en la Eredivisie (holanda) fueron honrados consigo mismos y con el fútbol y establecieron: tiraremos las líneas del fuera de juego, claro, pero tendrán cinco centímetros de grosor; y si se solapan, dará igual dónde esté la roja y dónde la azul, delante o detrás, no habrá fuera de juego. Ése es el margen de error establecido en Holanda, un ± 10 centímetros, el equivalente al palmo español (20,873 centímetros).

Es de ley concederle esa tolerancia o aproximación tanto al árbitro asistente como al 'dueño' de la sala VOR, porque teníamos un 'arma' para minimizar el error, y ciertas acciones (el fuera de juego de Griezmann que anula el gol de Messi el sábado, apenas 2-3 centímetros entre su hombro y el pie del último defensor) dejan el videoarbitraje a los pies de los caballos, cebando más el buche de los críticos que dando argumentos a los defensores.