El espectáculo del circo vuelve a Ávila con el Circo Quirós. Desde hoy y hasta el domingo, el recinto ferial del Lienzo Norte acoge la carpa donde la compañía realizará su renovada puesta en escena. Las actuaciones serán jueves, viernes (18,30 horas ambos días), sábado (17,00 y 19,30 horas) y el domingo (12,00 y 18,00 horas). El horario de la taquilla estará abierto de 11,00 a 12,30 horas desde esta mañana y también una hora antes de cada función.

El Circo Quirós lleva más de 20 años repartiendo alegría pequeños y mayores en Ávila. De hecho, es una de las ciudades donde más éxito tiene, como afirma Nacho Pedrera, su gerente. «Ávila siempre es una parada fija en nuestro calendario por la gran acogida que tenemos. Es un sitio donde llenamos todas las funciones y, por eso, está en nuestra ruta», declaró. Por tanto, Ávila es una parada obligada para la compañía después de la temporada de Navidad  en Madrid (de noviembre a febrero). Después de Ávila, la caravana viaja hasta La Lastrilla (Segovia), donde realizará su función del 21 al 24 de marzo.

Se trata de un espectáculo de dos horas de duración «totalmente renovado» y con el riesgo como protagonista. «La palabra que lo define es adranalina», confiesa el gerente. 'La Rueda de la Muerte' (show de acrobacias sobre una rueda gigante sin ninguna sujeción) y 'Los motoristas de lo imposible' (acrobacias free style en moto a 100 kilómetros por hora dentro de un gigantesco globo metálico) se mezclan con espectáculos de «puro circo», como trapecistas, malabaristas, contorsionistas o los payasos del Trío Filin para hacer reír y disfrutar a niños y abuelos. Un circo donde su plantilla se renueva continuamente y que cuenta con artistas de todas las partes del mundo. Esta temporada hay miembros procedentes de Portugal, Italia y un equilibrista de El Salvador, la última incorporación. Lo que no varía es la esencia de la familia Quirós, que se encarga de la dirección. Su historia se remonta hasta el siglo XIX, a los abuelos del actual director, lo que lo convierte en uno de los más antiguos de España.

«La vida del circo es bonita, errante y dura. Es cierto que recorremos muchos kilómetros, hay que montar y desmontar la carpa en tiempo récord, los ensayos,… Pero  es gratificante ver cómo el público responde», afirma Nacho. Un show para todos los públicos («de 0 a 100 años» como comenta entre risas) que vuelve a Ávila para traer la  ilusión a los más pequeños (y no tan pequeños).