Luis Miguel Torres

Velay

Luis Miguel Torres


El artista preferido

25/02/2025

«Déjame que pose para ti; eres tú mi artista preferido. Déjame tenerte junto a mí, prometo estarte agradecido, prometo estarte agradecido». El popular tema de Rosendo en bucle sustituyó al himno del PSOE en la entrada de Pedro Sánchez en el congreso de Palencia donde los socialistas de Castilla y León acometieron este fin de semana su enésima refundación. Fue toda una declaración de intenciones sobre el liderazgo, sobre la autopercepción del papel del partido en este momento y, sobre todo, sobre las razones que explican la defenestración de Tudanca.
Dos días de congreso permiten vislumbrar la transformación del PSOE en la etapa de Pedro Sánchez, también en Castilla y León, e intuir la etapa que se abre ahora. Sólo hay que estar pendiente del aplausómetro durante el vídeo que se proyectó con los referentes socialistas y que fue recibido con un sepulcral silencio ante las imágenes y los logros de la etapa de Felipe González y Alfredo Pérez Rubalcaba (más tarde sí recibió su dosis) y un entusiasmo incontenido dedicado a José Luis Rodríguez Zapatero –que en la práctica actúa como refundador del partido sin su particular Suresnes– y Pedro Sánchez. El nuevo alma socialista abierta en canal en siete minutos.
La presencia de Pedro Sánchez en Palencia fue casi burocrática y hasta incómoda. Al haberle colocado el primer día, oficiaba –por acción o por omisión– como enterrador principal de Luis Tudanca, un sanchista de primera hora, y eso no parece muy agradable. En las dos horas que estuvo en el teatro –no hubo baño de masas ni paseo por la ciudad– tuvo tiempo en clave nacional de llamar colaboracionista al PP y, en la perspectiva autonómica, lanzar el proceso electoral en Castilla y León. Es más sus apelaciones directas a Mañueco casi parecían retarle a disputar con él la campaña. Veremos si es así y si, de hacerlo, este protagonismo suma o resta al PSOE de Castilla y León.
Dado que en tiempos de primarias, todo llega decidido al congreso, Carlos Martínez pretendió llevar allí cuestiones sobre despoblación y ordenación del territorio pero ha sido en vano porque la personalidad del ministro de Transportes, Oscar Puente, y sus polémicas y el debate leonesista en que está empeñada una parte del partido en esa provincia opacó cualquir atisbo de abordar otros temas de mayor interés público. Martínez no ha podido llevar el agua a su molino en los contenidos, pero logró su objetivo de visibilizar unidad. Bien sea por convicción, por conveniencia o por decreto-ley allí estaban todos y su Ejecutiva contó con un amplio respaldo. Esa será la tónica de los congresos provinciales, donde se esperan pocos cambios porque sus líderes no apuñalaron a Tudanca en el Senado sin acordar antes alguna recompensa. No obstante, habrá fichas que se muevan y Ávila y Segovia tienen muchas papeletas para ello. Sánchez quiere tener a todo el partido alineado por lo que pueda pasar y ya se sabe: nadie le va a alcanzar porque no tiene rival. No tiene rival (Rosendo dixit) y, según parece, se trabaja denodadamente para que no lo tenga en el futuro.