–No, alcalde. Lo de la pantalla gigante en algún lado podríamos mirarlo –aunque a ver cómo la pagamos–, al fin y al cabo, ya puso una el PP cuando ganamos la final de aquella Eurocopa del 2008 con el gol de Torres y no vamos a ser menos. Pero lo de hacer a los jugadores de la Roja hijos adoptivos no lo veo …
–¿Y por qué no? Si lo hemos vuelto a hacer con Sánchez-Albornoz, que no metió nunca ningún gol, no vamos a poder concedérselo a estos chicos.
–Ya, pero don Claudio tuvo una gran relación con Ávila…
–Anda, y la selección también. ¿No te has fijado en la coincidencia? Nuestro escudo de la ciudad está enmarcado en un campo rojo, como el suyo. No tenemos estrella arriba, pero eso es algo que se puede proponer cambiar en un pleno, si hiciese falta. Seguro que a Cucurella le gustará comer un buen chuletón. Y la canción de Rosa –¿te acuerdas del vídeo de Rosa?–, sin duda todos la escucharán antes de los partidos.
–Bueno, pero considera que habría que organizar un acto, pagarles el desplazamiento –estos no vienen en el bus de línea ni en el tren regional que para en Guimorcondo y Navalgrande, te lo digo yo– e invitarles a algún ágape y regalo. Y ya sabes que tenemos el presupuesto como lo tenemos. Si ponemos la pantalla nos quedamos sin margen para mucho más.
–Claro, nos tiene maniatada la malvada oposición con el bloqueo permanente. Están los de las peñas de uñas con la falta de presupuesto y con la restricción de horarios en las casetas, y no se dan cuenta de que no es culpa nuestra, sino de los demás grupos políticos.
–Si tú lo dices, será, aunque no lo tengo yo tan claro. Lo que sí es posible es que a los de las peñas les haga ilusión tener a los jugadores de la Roja en Ávila; eso quizás logre que se olviden su enfado, son muchos votos. Habría que llevar la cosa a una comisión, y luego a un pleno; ya sabes que habrá que negociar con algún grupo de la oposición.
–¡Siempre la oposición! Te digo una cosa, si España pierde el domingo, la culpa será de la oposición, que nosotros hacemos todo lo posible para que gane. Oye, ¿y una rotonda a Lamine Yamal? Con una estatua, claro…