El Ayuntamiento está enquilosado ¿quién lo desenquilosará? El buen desenquilosador que lo desenquilose, buen desenquilisador será. Este trabalenguas bien podemos utilizarlo para describir la situación actual de la Corporación municipal, a consecuencia de no salir adelante los presupuestos para este ejercicio de 2024, ya que los tres partidos de la oposición PP, PSOE y VOX, que son mayoría, se han cerrado en firme a aceptar las ordenanzas y el presupuesto presentado por el equipo de Gobierno.
La portavoz del Partido Socialista, Eva Arias, ha manifestado que, una vez se rompieron las negociaciones entre Vox y Por Ávila, ellos no están dispuestos a ser cómplices de los cinco millones de deuda, que dice, han ocasionado los amarillos «un equipo de gobierno incapaz de gestionar este Ayuntamiento». Son casi cinco millones de euros no producto de deudas pendientes, ya que el ejercicio de 2023 se cerrará con remanente en tesorería, según consta en el informe de la Intervención del Ayuntamiento. Esos cinco millones corresponden al aumento de gastos previstos para este año como consecuencia del nuevo pliego de basuras, el incremento del coste de otros pliegos de mantenimiento de instalaciones deportivas y las subidas tanto del sueldo de los funcionarios como por el encarecimiento en el coste de los consumos.
El Partido Popular, una vez que Alicia García, «interesada única y exclusivamente en Ávila y los abulenses», anunció dejaba de serlo al ser nombrada portavoz del PP en el Senado y quedar ¿por cuánto tiempo? como concejala «rasa» sin participar en alguna de las distintas Comisiones municipales, ha designado a Jorge Pato como nuevo portavoz de los populares. Este ha manifestado que «no esperen de nosotros complacencia, pues nos mantendremos firmes ante las artes demagógicas, desmanes políticos y subidas impositivas injustificadas, que vengan capitaneadas por arte del alcalde». A la vez siguen en sus trece de una negativa absoluta a la aprobación de los presupuestos.
El portavoz de VOX aseguro que, si se rompieron las negociaciones con Por Ávila, ha sido porque su condición para pactar pasaba por suprimir dos concejales liberados como forma de «ejemplaridad política» –«el chocolate del loro»– pero si se comprometen a estudiar el documento que presente el equipo de gobierno y los informes que lo acompañen.
 La situación es complicada, especialmente por intereses partidistas más que por el bien de los abulenses y de la Ciudad, que seremos los principales perjudicados. En las manifestaciones que estamos escuchando y leyendo comprobamos un lenguaje poco apropiado e incluso insultos inoportunos. ¡No todo vale!
Lo único positivo es sentarse a dialogar en serio y cada partido elija a dos o tres personas para, mirando por el mejor futuro para la Ciudad, debatir teniendo en cuenta los informes de los técnicos, que son serios, A la vez saber que, como en cualquier negociación, hay que dar y ceder. No todo para uno y nada para el otro. Quizás, ahora que está tan de moda, no estaría de más contar con la presencia de «mediadores» para romper las barreras infranqueables existentes. 
La responsabilidad será de cuantos nos representan en el Ayuntamiento, gobierno y oposición. Todos son y serán culpables. Los abulenses no se lo perdonaremos. ¡Por favor, tended puentes!