La etapa final de un camino iniciado hace seis años

Sergio Jiménez
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La Asociación Amigos del Camino de Santiago de Ávila realizará el 14 de octubre una flecha amarilla humana en la Plaza del Obradoiro como final a la ruta del Norte

El Camino de Santiago, la mejor desconexión y terapia posible

Santiago de Compostela es, tras Jerusalén y Roma, el tercer lugar de peregrinación del Cristianismo más frecuentado y se encuentra entre los diez destinos religiosos más visitados del mundo. No hace falta explicar demasiado el por qué. Cada año, centenares de miles de personas (en 2023 fueron más de 440.000) recorren los diversos caminos que confluyen en la Plaza del Obradoiro ante la imponente catedral y con la tradicional bendición al santo. Una costumbre que ha llevado a crear asociaciones de peregrinos en muchos puntos de España. En noviembre de 2005, nació la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Ávila. Casi 20 años en los que sus miembros (en la actualidad cuenta con 230 socios) han caminado por casi todas las rutas posibles que finalizan en la capital de Galicia.

Durante este próximo Puente del Pilar (del viernes 11 al martes 15 de octubre), 87 de sus miembros (todos de origen abulense) recorrerán las últimas cuatro etapas del Camino del Norte, que comenzaron a transitar en el 2018. Estas serán Baamonde-Sobrado dos Montes (26,4 km), Sobrado dos Montes-Arzúa (24,5 km), Arzúa-Pedrouzo (18 km) y Pedrouzo-Santiago (20 km). Será a la llegada a la Plaza del Obradoiro cuando los socios de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de Ávila realizarán el acto culmen de la ruta: una flecha amarilla humana. Esta tendrá lugar el lunes 14 de octubre a las 18,30 horas, para lo cual se ha invitado a otras entidades similares, así como al Ayuntamiento local, la Presidencia de la Xunta de Galicia, la Agencia de Turismo de Galicia y la Fundación Jacobea. La actividad servirá como homenaje al padre Elías Valiña, impulsor del Camino de Santiago moderno y creador de la flecha amarilla que marca las sendas, en el 35 aniversario de su fallecimiento. Este no será el único reconocimiento que se hará al sacerdote en esta etapa, ya que en la segunda jornada se le honrará ante la estatua de los peregrinos de Sobrado dos Montes.

Esta excursión supondrá la finalización del Camino del Norte seis años después de su comienzo, pero que la pandemia obligó a detener durante dos años. Entre Semana Santa y este puente de octubre, la Asociación ha organizado etapas de cuatro días que les ha llevado a recorrer el País Vasco (el punto de salida fue Irún), Cantabria, Asturias y, finalmente, Galicia (en mayo realizaron la penúltima etapa entre Tapia de Casariego y Baamonde). Una senda más que añadir a las que ya finalizadas en otras ocasiones: Camino Francés, Vía de la Plata, Camino Portugués, Camino de Madrid, el de Uclés, el Sanabrés y, por supuesto, el Camino de Levante-Sureste que pasa por la provincia de Ávila y el que quieren promocionar. "Hay todos los caminos que se quiera. Lo ideal es hacerlo desde la puerta de casa", comentó la presidenta de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Ávila, Raquel Martín.

"Es un camino de introspección y donde salen a la luz todos los valores: solidaridad, fraternidad, ayuda, esfuerzo, libertad… El camino te llena, porque vas tirando todos los problemas, como si fueras con una mochila llena de piedras. Yo animo a que la gente vaya individualmente", afirmó. No obstante, realizarlo acompañado o en grupo también tiene sus beneficios, como hacer nuevos amigos o vivir nuevas experiencias. "Cuando haces el Camino tienes una sensación de libertad y espiritualidad. Es para sentirlo. El Camino de Santiago es la mejor terapia para quitar las enfermedades mentales", declaró Raquel Martín. Por tanto, quien se sienta triste, ansioso o depresivo ya sabe lo que tiene que hacer: caminar hasta Santiago de Compostela. Su salud mental se lo agradecerá.