A inicios de noviembre, tras la disputa de 16 encuentros en menos de tres meses, el exitoso proyecto dirigido por Carlo Ancelotti se le ha caído al técnico italiano al sumar ya más derrotas que toda la temporada pasada. El golpe del clásico liguero ante el Barcelona se trasladó a la Liga de Campeones frente al Milan. Dos derrotas consecutivas que profundizan el mal momento de un equipo superado en ambas fases del juego.
Encaje táctico
El técnico italiano no encuentra el sistema con el que más cómodo se encuentre su plantilla. Condicionado por la ausencia de un perfil parecido a Toni Kroos, sin encontrar un referente en la construcción, no ha obtenido rédito cuando recuperó el 4-4-2 con rombo en el centro del campo y Jude Bellingham de enganche con los delanteros. Tampoco con el 4-3-3 y un tridente que integran Rodrygo-Vinícius-Mbappé que tampoco termina de conectar.
El italiano insiste en la liberación de trabajo defensivo de estos dos últimos, lo que inicia los desajustes. Bellingham se desgasta en labores defensivas, Fede Valverde no cesa de realizar coberturas, Aurélien Tchouaméni se pierde entre grandes espacios que cubrir y a los zagueros les suelen llegar rivales en superioridad. El ejemplo del sufrimiento de Lucas Vázquez ante Theo Hernández y Rafael Leao frente al Milan en Champions fue la última prueba.
Hasta llegó a probar defensa de cinco, un dibujo poco habitual en la historia del Real Madrid, incrustando a Tchouaméni entre centrales en el inicio de jugada en Balaídos ante el Celta, en una prueba en la que reconoció el técnico merengue errores de comunicación y entendimiento con su jugador. Encontrar el dibujo adecuado es una de las tareas más inmediatas a resolver para el de Reggiolo.
Planificación
Uno de los factores clave que han impulsado la situación actual del Real Madrid, a nueve puntos del Barcelona en LaLiga y decimoctavo en la Liga de Campeones, ha sido la planificación deportiva, agravada con la grave lesión de Dani Carvajal y la lenta recuperación del zaguero David Alaba.
El Real Madrid no cubrió la salida de Toni Kroos con ningún jugador de similares características. Confió en el trabajo realizado en temporadas anteriores con la contratación de Camavinga o Tchouaméni, la extensión, un curso más del contrato de Modric con 39 años, la presencia de Dani Ceballos, el crecimiento sin techo de Fede Valverde o la opción de adaptar a Arda Güler a una nueva demarcación. Ninguno ha logrado hacer olvidar la figura del alemán.
Tampoco cubrió el deseo de marcharse a una nueva aventura de Nacho Fernández, el 'comodín' que siempre salvaba cualquier apuro para Ancelotti en el centro de la zaga, o los laterales. No llegó nadie en su lugar. Se confió en la vuelta de Alaba, aún sin fecha, se quedó en la plantilla Jesús Vallejo, sin la confianza del cuerpo técnico, y la grave lesión de Dani Carvajal complicó un panorama ya precario.
Güler y Endrick
El buen sabor de boca que dejó en la hinchada blanca el primer año de Arda Güler, por su hambre, la búsqueda continua del gol y las ocasiones generadas por Endrick, provocan que sean los dos nombres de jugadores más demandados por la grada del Bernabéu en un mal momento. Sin embargo, ninguno de ellos ha sido útil para Ancelotti en los últimos encuentros, una situación que duele en la afición merengue.