En plena Ciudad del Vaticano, con el árbol de Navidad de fondo y con la basílica del San Pedro como testigo, la negociación entre Ayuntamiento de Ávila y Diputación Provincial, o mejor dicho, entre el alcalde de Ávila, Jesús Manuel Sánchez Cabrera, y el presidente de la Diputación, Carlos García, sobre el convenio del servicio de extinción de incendios para el año 2021, puede haber dado el paso definitivo para alcanzar un acuerdo que parecía lejano.
De hecho, atendiendo a lo que comentó el obispo de Ávila, José María Gil Tamayo, ante los medios de comunicación una vez terminada la reunión con el Santo Padre, el acuerdo estaría cerrado, pero aunque las dos administraciones no se han pronunciado sobre estas declaraciones, más parece un deseo, de momento, que una realidad, aunque todo apunta a que, aprovechando el viaje conjunto a Roma de los máximos responsables de ambos, las conversaciones habrían avanzado, quizá no lo bastante para que el convenio se dé por renovado, pero sí lo suficiente como para que se retomen las conversaciones y se puedan, finalmente, cerrar con éxito.
Gil Tamayo se refirió ante la prensa tras su reunión con el Papa, que en esa cita se había «hablado mucho de negociar, y yo como anécdota le he dicho que han arreglado el problema de los bomberos en la provincia, que era una cuestión que estaba en el candelero últimamente entre la Diputación y la Alcaldía de Ávila. Pues han negociado y se ve que ha sido bajo el amparo del Papa».
A la espera de que tanto desde Diputación como desde Ayuntamiento se explique el avance de las negociaciones, estas, de manera oficial, se encuentran ahora mismo interrumpidas después de tres reuniones, y con las ofertas sobre la mesa desde ambas administraciones bien separadas, ya que aunque el Ayuntamiento rebajó a 1,2 millones el coste del servicio, lo que ofrece la Diputación es 400.000 euros para el 2021, subir cada año 50.000 hasta los 600.000 y, además, comprar un camión valorado en 400.000 euros.