Washington confirma la muerte de dos altos cargos del ISIS-K

Europa Press
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Los dos fallecidos por ataque aéreo han sido identificados como "un planificador y un facilitador" de la organización terrorista. El Pentágono informa de que un tercero ha resultado herido y que no hay constancia de víctimas civiles

Washington confirma la muerte de dos altos cargos del ISIS-K - Foto: Stefani Reynolds / POOL

Estados Unidos ha confirmado este sábado la muerte de dos altos cargos de la filial afgana de Estado Islámico y un tercero herido en su contraataque por el atentado que costó la vida a 170 personas, entre ellas 13 militares norteamericanos, perpetrado el jueves por la organización terrorista en el aeropuerto de Kabul.

Los dos fallecidos han sido identificados como "un planificador y un facilitador" de la organización terrorista que murieron por el impacto de los misiles lanzados por un avión no tripulado, según el portavoz militar del Pentágono, el general William Hank Taylor.

"Puedo confirmar, a medida que ha llegado más información, que dos objetivos de alto perfil de Estado Islámico han muerto y uno resultó herido, y no tengo constancia de víctimas civiles", ha hecho saber en rueda de prensa.

Según una declaración previa del portavoz del Mando Central, capitán Bill Urban, "el ataque aéreo no tripulado ocurrió en la provincia de Nangarhar de Afganistán".

 

El Ejército destruye Eagle Base

El Ejército estadounidense ha destruido Eagle Base (Base Águila), el último centro de operaciones avanzadas de la Agencia Central de Inteligencia (CIA)en Afganistán, en lo que se trata de los últimos coletazos de la salida definitiva de las fuerzas del país norteamericano que culminará dentro de tres días.

La detonación controlada de la base, próxima al aeropuerto de la capital afgana, Kabul, ocurrió el jueves, poco después del atentado perpetrado allí por Estado Islámico - Provincia de Jorasán que costó las vidas de 170 personas, entre ellas 13 militares estadounidenses, aunque las fuentes del diario The New York Times han querido puntualizar que la voladura estaba programada de antemano y no guarda relación con el ataque.

La operación fue realizada para impedir que la información que albergaba esta antigua fábrica de ladrillos, después centro de entrenamiento de la Inteligencia antiterrorista afgana, no cayera en manos de los talibanes, que reconquistaron el país el pasado 15 de febrero.

Estas fuerzas antiterroristas fueron las únicas que combatieron a los talibanes durante la fulgurante ofensiva insurgente que les llevó a recuperar el país en cuestión de días. "Eran excepcionales, el principal instrumento del Gobierno afgano para contener a los talibanes durante estos últimos 20 años y padecieron muchísimas bajas durante esos días", lamenta al diario el exoficial de la CIA Mick Mulroy.

El complejo era casi desconocido para los afganos y estaba rodeado de extremas medidas de seguridad, con muros de siete metros y una pesada puerta de metal blindado. Allí se tiene constancia de un asesinato extrajudicial, el de un prisionero identificado como Gul Ramán, que murió de frío después de que un oficial le quitara la ropa.

Una junta disciplinaria de la CIA dictaminó la apertura de un expediente pero la decisión fue finalmente anulada.