Hoy, Día de los Reyes Magos, conmemoramos, en la tradición cristiana, la llegada de Melchor, Gaspar y Baltasar al portal de Belén para visitar al recién nacido Jesús y hacerle entrega de diversos obsequios. Festividad que se ha fusionado con diferentes tradiciones, colores y sabores, que une lo religioso con lo cultural, creando una experiencia única llena de magia y significado. La venida de los Reyes Magos sigue siendo un momento especial que trasciende fronteras, conectando a las personas a través de la historia y las emociones que esta celebración rememora en muchos países.
Es el día que los más pequeños de la casa. Ya, ayer viernes, completamente emocionados y con sus papás cayéndoseles la baba, pudieron ver "en persona" a Melchor, Gaspar y Baltasar en las Cabalgatas y coger algunos caramelos, que los Reyes Magos les lanzaron desde sus carrozas, para luego regresar veloces a sus domicilios. Había que cenar para acostarse más pronto de lo habitual, no sin antes, muchos, limpiar el zapato que colocaron en el salón, para que Sus Majestades de Oriente supieran el sitio exacto donde debían dejarles lo pedido, así como poner unas copas y dulces para que los Magos cogieran fuerzas y llegaran a más casas. En algunos hogares siguieron con la costumbre de colocar agua y algo de comida para los cansados animales que transportan a Melchor, Gaspar y Baltasar por toda la Ciudad.
Hoy se levantaron, medio adormilados pero nerviosos, comprobando que esos deseos y peticiones se han hecho realidad en la mayoría de los casos y comenzar un fin de semana para poder disfrutar con los regalos, aunque siempre hay alguno al que dedican más atención dejando los otros, sí desenvueltos pero apartados. También a los mayores, a pesar de no creer ya en ellos, nos hace ilusión esta festividad y esperamos recibir algún regalo o sorpresa, aunque sea en el roscón.
Para este recién iniciado 2024, confiados en la magia de los Reyes de Oriente, nos atrevimos a pedirles varios "regalos" para un cambio positivo en el mundo y puedan solucionarse las necesidades más apremiantes que hay en él. En primer lugar, que se sienten los políticos de los distintos países en guerra para dialogar y dar término de la mejor manera al medio centenar de conflictos bélicos que actualmente están vivos, aunque solo recibamos noticias de la invasión de Ucrania por las tropas rusas de Putin y el reciente conflicto entre Israel y Hamás, en la franja de Gaza. Contiendas que, a lo largo del pasado año, han dejado cerca de 300.000 personas fallecidas, miles y miles de heridos, así como bastantes desplazados obligatoriamente y numerosas localidades destrozadas.
Para España pedimos a los Magos que nuestros políticos hagan lo imposible para entenderse y no se levante ese "muro de democracia, convivencia y tolerancia" frente a la derecha, que dijo el presidente Sánchez en su discurso de investidura. Es mejor hablar, ceder y llegar a acuerdos en beneficio de los españoles. Igualmente hace falta que la derecha del PP salga de esa continua y obsesiva oposición a todo, haga los deberes que le corresponden – como contribuir ya a la renovación del Consejo del Poder Judicial- y asimile que, aunque ganara las elecciones, no tiene la mayoría parlamentaria necesaria para gobernar.
Pedimos que entre todos se comprometan a fortalecer el sistema sanitario con inversión en infraestructuras y personal, para garantizarnos un acceso equitativo a servicios médicos de calidad.
Que trabajen por un sistema educativo adaptado a las nuevas realidades abogando por tecnologías accesibles, formación continua e igualdad de oportunidades.
Lucha contra el cambio climático con medidas concretas y políticas de conservación ambiental e impulsar políticas económicas, que fomenten el empleo, apoyando a los sectores más vulnerables. También políticas que combatan la discriminación y fomenten entornos justos para todas las personas, independientemente de su origen, género u orientación.
Para Ávila pedimos a los Reyes Magos las mejoras necesarias en la provincia, que estamos esperando hace años, y así evitar la marcha de abulenses a otras, menos "inquina" y más dialogo entre los políticos, cuya obligación es trabajar por el bien de todos los ciudadanos y no por intereses partidistas pues, la mayoría de las ocasiones, no sirven para algo.
Que no falte en este 2024 esperanza, ilusión, trabajo, paz, salud y concordia. Para que sea posible, confiemos en la magia de los Reyes de Oriente.