Dicen que el de ayer fue el día más triste del año, y lo llaman Blue Monday, una vez que ha transcurrido una semana tras la vuelta de las fiestas navideñas y se ven lejos las siguientes vacaciones. Coinciden algunos factores a la hora de marcar esta fecha, como son la nostalgia, el frío, la falta de luz, etc. Y en verdad, puede ser un perfecto truco de marketing por parte de las agencias de viaje, ya que toda esa supuesta tristeza puede subsanarse con el encargo de un próximo destino que nos haga desconectar de nuevo.
No es más que una tristeza relativa, un estado de ánimo light ante una vida anodina que no ha tenido que encarar verdaderos sufrimientos, de esos que de verdad provocan tristeza y desolación. Porque cuando la vida golpea con su dura realidad, todo se vuelve relativo. Si no, que se lo digan a Manuel Daza, un maestro granadino que apenas supera la treintena que, en un par de semanas presentará en La Adrada su último libro, que lleva por título Se me olvidó.
Manuel llevaba un tiempo sintiéndose mal de salud y, una vez que se hizo las pruebas médicas pertinentes, fue diagnosticado de un cáncer testicular. Recibió la llamada mientras preparaba una clase de Ciencias Naturales y tomó la decisión de su vida: la opción no era rendirse, se iba a curar y, además, lo haría volcándose en su propia profesión y vocación, la de maestro. Sus alumnos no tendrían por qué enterarse, ya que no iba a faltar a clase e iba a dar lo mejor de sí mismo para que su pasión por la enseñanza se convirtiera en el sentido de su vida, en el motor de su existencia.
Así lo cuenta Manuel en su libro. Sus alumnos madrileños de cuarto de Educación Primaria fueron su leitmotiv y todos los miedos y progresos los volcó en unas páginas en blanco que hoy forman una preciosa historia de autosuperación, ante la que uno se siente minúsculo. Manuel se operó, precisó de ayuda psicológica, contó con el apoyo de familia y amigos y aún hoy sigue atravesando momentos difíciles, ya que la pesadilla no ha concluido.
Esta terapia de desahogo es doblemente solidaria, puesto que piensa en cómo ayudar a los demás y todos los beneficios editoriales van a parar a la Asociación Española contra el Cáncer. Se me olvidó se convierte en una buena ocasión de interrogarse en torno a una serie de porqués y descubrir el perfil docente y humano de Manuel, a quien podrán conocer en La Adrada el próximo 4 de febrero en Salón de Actos del Edificio Polivalente del Parque del Riñón, a partir de las 12:00 horas. No lo olvidarán.