Desde las cinco de la madrugada despierta. Nerviosa. Así llegaba al 'insti' Cristel, que este jueves comenzaba Primero de Secundaria en el IES Isabel de Castilla. Lo hacía junto a su hermana gemela, Clarisa, que por el contrario confesaba haber dormido la noche anterior bien y no estar nerviosa. Su única preocupación era si las separaban. Estas gemelas formaban parte de los 8.539 alumnos de esta provincia que este miércoles regresaron a las aulas. De ellos, la mayor parte, 6.127 en total, lo hicieron en Educación Secundaria; 1.980, en Bachillerato, y 432 , en ciclos de Formación Profesional Básica.
Como Cristel y Clarisa, a las que este miércoles su abuela Andrea acompañó a clase, porque «aún las veo pequeñas», también Serafín, Dunia, Álvaro o Candela pisaban por primera vez los pasillos del IES Isabel de Castilla, donde los próximos nueve meses cursaran primer curso de ESO.
Ellos, los de primero, fueron los más madrugadores y los que más pronto estaban citados en este centro donde fueron recibidos con los brazos abiertos por el equipo directivo en el salón de actos. Allí, la directora 'del Isabel', Aida Martínez, les dio la bienvenida y explicó algunos de los cambios que entraña esta nueva etapa. Habló, por ejemplo, de la llegada a un gran edificio (que cuenta con casi 700 alumnos y 85 profesores). También de que a partir de ahora tendrán un docente para cada asignatura, algunas de ellas también nuevas. Y sobre todo les habló de amistad. De compañerismo. «Aquí venís a hacer nuevos amigos», dijo la directora ante estos pequeños alumnos que esperaban con evidente impaciencia saber quién era su tutor y sobre todo si entre los compañeros de este año había alguna cara conocida.
En las primeras palabras que la directora y el equipo directivo les dirigieron a los de primero no se habló de asignaturas sino de otros aprendizajes mucho más importantes. «Aprenderemos cosas para la vida, soluciones a los problemas que nos surjan, haremos mucho deporte, ayudaremos a los compañeros y ellos nos ayudarán a nosotros, reiremos y quizás también alguna vez lloraremos», apuntó la directora al hablar de la importancia de esta nueva etapa y de la impronta que, aseguró, deja en los alumnos ser 'del Isabel'.
«Los de primero de laESO, por lo general, vienen un poquito asustados, expectantes, con miedo de estar solitos en clase y con la preocupación de que no les toque con sus amigos», reconocía la directora de este instituto después de que los más pequeños se fueran a sus respectivas aulas (las de Cristel y Clarisa distintas, por cierto) y para explicar que justo por ese motivo en este centro se realiza una entrada escalonada en la que los primeros en entrar son los de primero. También para facilitar esa 'integración' en el centro, el IES Isabel de Castilla celebra unos días después de iniciado el curso una jornada de convivencia en el parque de El Soto en la que participan alumnos de primer ciclo de ESO y en la que hay juegos, deporte y actividades que facilitan la relación entre ellos.