Pablo Casillas

El Corrillo

Pablo Casillas


¿Nos tenemos que ir?

23/05/2023

Creo que expreso el sentir de la inmensa mayoría de vecinos de la Zona Centro.
Les cuento lo último. 
Con motivos de las Patronales Fiestas de San Segundo, los días 5 y 6 de mayo se celebraron en el Mercado Chico otros dos saraos a los que nos tiene acostumbrado el Equipo de Gobierno municipal durante la presente legislatura. 
El del día 5 fue tremendo –probablemente otro tanto habría acontecido con el del día 6, pero la lluvia restó asistencia–. Ese día, la actuación era de música DJ, comenzó a media tarde y duró hasta las 2 de la mañana. El ruido fue ensordecedor en todo momento, algo ilegal e insoportable para toda persona. En las casas del Mercado Chico la medición de ruido marcaba 90 decibelios, cuando lo permitido son 30. Paralelamente, tuvo lugar el botellón de los jóvenes asistentes, muchos de ellos de entorno a 12 años, que consumían no solo alcohol sino también, probablemente, otro tipo de drogas. Y, por supuesto, también tuvieron lugar las pertinentes meadas y vomitonas por todas las calles adyacentes.
El día 6 el espectáculo consistía en la intervención de un grupo musical que llevó un escenario que tapaba la Iglesia de San Juan y por lo tanto infringía la Normativa de Patrimonio. Para trasladar tamaño escenario, se sirvieron de 3 tráiler que tuvieron que acceder por zonas prohibidas para la circulación. 
Cuando los vecinos hemos reclamado por este estado de cosas, el Sr. Alcalde nos ha venido a dar respuestas tales como que tenemos que soportarlo ya que para eso vivimos en el Centro y si no estamos conformes ya sabemos lo que tenemos que hacer, que él vive a las afueras y tiene sus inconvenientes, como que le salga una culebra y le muerda; o que si los jóvenes se emborrachan en las actividades que organizan que no es problema de ellos, sino de los padres que no saben controlar a sus hijos. Sobran explicaciones, ¿verdad?, acerca de la inteligencia y moralidad del personaje, en atención a sus argumentos. 
Miren, desde que accedieron al poder municipal, los vecinos de la Zona Centro hemos venido constatando cómo la voluntad del Sr. Alcalde y, claro, de su Equipo de Gobierno, –a la sazón miembros de Por Ávila y Ciudadanos–, ha sido la de que querían que nos marcháramos para así terminar de disponer del Centro a su antojo. Su conducta, bien por acción o por omisión, así lo evidencia.
Este que suscribe nació en la Zona Centro y si me tuviera que marchar se me partiría el alma. Otros vecinos, aunque no lleven tantos años en la zona tienen el mismo sentimiento. Ahora bien, no está quitado que tal cosa vaya a suceder en el futuro, si todo siguiera igual o, incluso, fuere a peor, lo que no hay que descartar a día de la fecha.   
Don Jesús Manuel Sánchez Cabrera se presenta de nuevo a las elecciones, pero también lo hacemos los vecinos. La diferencia, como pueden suponer, es abismal. Aquel lo hace para poder seguir ostentando un cargo y cobrar del mismo. Los vecinos para tratar de que quienes nos gobiernen sean personas inteligentes y capaces, que respeten y protejan los derechos de los ciudadanos. A lo peor, los ciudadanos de otros lugares de la Ciudad les votan nuevamente y permiten que sigan con su política anti vecinal de la Zona Centro, lo que dará lugar a que los vecinos nos tengamos que marchar, como quiere Don Jesús Manuel, porque, sin duda, no va a cambiar su forma de pensar y de actuar, y otro tanto el equipo que formare que pudiera ser –si se confirmaren las últimas encuestas de Sigma Dos–.una alianza anti natura con el PSOE, o incluso Podemos, lo que ya les apuntaba en mi anterior artículo. 
Tengo muy claro que la Ciudad está integrada por todos sus Barrios y que lo malo que les pueda ocurrir a todos y cada uno de los vecinos que residen en los mismos también me afecta. Nada malo deseo a nadie, porque es mi forma de ser y de sentir, la que me transmitieron mis padres desde la tierna infancia. Mucho menos querría que se fueran de sus casas. Cosa diferente es lo que quiere el Sr. Sánchez Cabrera, y ello debe ser conocido por toda la Ciudad. La voluntad, expresamente manifestada por Don Jesús Manuel, es la de que si no estamos conformes con lo que han hecho –y seguirían haciendo–, la solución para nosotros es «marcharnos». Ellos son los que mandan y a los demás solo nos cabe el «ajo y agua…», esto es, soportar lo insoportable, o irnos.
Ahora, además de relatarles lo que está sucediendo, la pregunta que les hago es la siguiente: Quién vendría a sustituirnos, de Ávila o de otros lugares. Quién vendría a una Zona donde no hay fibra óptica ni canalización de gas en muchas calles; donde hay muy pocas plazas de aparcamiento; donde la posibilidad de construir de nuevo o rehabilitar edificios se hace cuasi imposible por mor de una Normativa Urbanística que es imposible de cumplir; donde mantener o instalar un negocio es como jugar a la primitiva y que te toque porque apenas hay clientes –de qué van a servir, por ejemplo, las obras en la Plaza de Abastos sino hay vecinos que puedan ir a comprar–; donde te colocan de tarde en tarde un sarao que genera ruidos e incomodidades ilegales e insoportables, etc, etc. 
Sin duda, tenemos un Casco Histórico que es una maravilla y a la par sería envidia de medio mundo para residir si reuniera las condiciones vivideras exigibles, pero para que ello pueda tener lugar es necesario que tengamos políticos que hagan políticas que potencien la Ciudad, que respeten a sus vecinos y que no les obliguen a tener que irse de sus casas.             
P.D. Nunca un Regidor de esta Ciudad se atrevió a empujar a los vecinos para que se vayan de sus casas. Tampoco ningún Regidor ha sostenido que si los jóvenes se emborrachan es problema de los padres que no les controlan y no de las Autoridades que promueven los saraos. Y el que lo ha hecho pretende de nuevo la Alcaldía. Ahí queda.