Pilar Iglesias

Pilar y sus cosas

Pilar Iglesias


Frío. Ellas. Y a volar

24/06/2024

Pues ya está. Otra vez. Verano. Aunque no ha empezado con buen pie porque yo, al menos, tengo frío. Mira, me oirás quejarme de todo, tendré más normas que un parque infantil (antes de entrar casi que hay que hacer un máster ya) pero jamás me oirás quejarme del calor. Ni embarazada. Dos agostos que me comí. Uno en Madrid y otro en Ávila, aunque fui a cosas a Madrid, y ni aún así me quejé del calor. Y es que yo nací en verano. Vale que aquí no hace tanto como en otras ciudades. Aquí estamos en un remanso de paz, con nuestro sol y nuestra rebequita por la noche. Aún así, hoy, todavía, no te voy a hablar de la piscina (algún día). 
Hoy quiero hablarte de ellas. De las que han acabado el curso y de las que están empezando su nueva vida. Dos promociones he graduado este año. Y ya marcharán en breve. Unas están algo más lejos, pero no de mi corazón. Ha pasado un año por mis niñas de primero y serán siempre mis niñas. Os he echado de menos. Lo pasamos muy bien con nuestras flores y nuestras chuches. Algo filosofamos. Tampoco pasarse. Habéis estado en buenas manos y he estado pendiente de todas. 
Yo también he estado en buenas manos. 
Mis chicas (y algún chico) de segundo. Me hicisteis llorar en la graduación. Y eso que ya sabía de qué iba a ir todo. Aún así, cual grifo estropeado. No podía parar y me tocaba a mí. He hablado delante de algunas cuantas personas. Pero ese día, ese justo momento, lo creáis o no, estaba nerviosa. Hacía años que no daba historia de la filosofía y, aunque no sin agobios (ya sabes, subía los apuntes el domingo a las 8 de la noche, lo siento Julia) me lo he pasado en grande. Ha sido un reto en un año que me lleva, supuestamente, a la estabilidad. Y hemos salido muy bien paradas todas de las pruebas finales, y quienes no tenían Ebau han aprendido bien bien lo que es ser filósofa y cómo me gustaría realmente que fuese venir a charlar conmigo.
Cosa que podéis hacer siempre. Porque ya os dije que estaré aquí mismo, como le dice E.T a Elliot, lloro de nuevo. Si, lo sé, soy un letterbox andante. Anda que no me ha gustado esa definición. Y yo sin saber lo que es el letterbox (ya abrí cuenta, todo bien).
Contadme qué tal os va. Dónde vais. Qué hacéis. Qué os aflige. Sé que no olvidaréis esta etapa porque va a ser un faro en vuestras vidas. Para bien o para mal. 
Recuerdo mis dos años de bachillerato como si fueran ayer. Y no los olvidaré. Menos dedicándome a lo que me dedico. También recuerdo los años del cole y los de la E.S.O. Y mis profesoras y maestras. Grandes. Ellas son quienes me han hecho, junto con mis padres y amigos, quien soy. Y no podría estar tan orgullosa de mí si no fuese por ellas.
Espero haberos aportado una cuarta parte de lo que ellas me dieron a mí. Con ese poquito me siento satisfecha. 
Ahora ¡volad!
Y si notáis que las alas os fallan o acusáis el cansancio, yo os dejo las mías para que continuéis el camino. 
Vais a hacer grandes cosas en la vida.
Os quiero a todas (y todos). 

ARCHIVADO EN: Madrid, Ávila, EBAU